El operativo que trabaja en la extinción del incendio de Llutxent, que desde el lunes ya ha quemado más de 2.639 hectáreas, intentan evitar que el fuego arrase el término de Pinet, "donde hay varios puntos calientes" y donde está "la zona más inaccesible por tierra", según han detallado hoy fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, que mantiene 30 efectivos terrestres y 17 vehículos en el lugar.

El objetivo de esta jornada es "consolidar el perímetro, dando prioridad a esa zona y a las que, por la dirección de viento, pueden verse más afectadas", ha subrayado el presidente del Consorcio, Josep Bort. La previsión meteorológica anunciaba "viento fuerte de levante a partir de las 11.00 horas".

Durante la pasada noche, los bomberos han trabajado toda la noche en las urbanizaciones Montesol y Montepino, así como en Marxuquera. Las llamas "pasaron sobre ellas", ha dicho hoy Bort, "debido al viento que llegó con tormenta, que sopló muy fuerte y errático", lo que "imposibilitó las tareas de extinción". Los efectivos que luchan contra el fuego también tuvieron "problemas" en el entorno de la carretera de Barx y se emplean en intentar evitar que las llamas pasen a la Drova, por lo que acometen tareas de prevención en el "flanco noreste" del incendio.

El presidente del Consorcio Provincial de Bomberos ha querido destacar también hoy "la coordinación entre todos los medios desplazados" al incendio, algo que "es clave".

El jefe del Consell, el presidente Ximo Puig, también ha hecho hoy hincapié en que la situación en los diversos frentes del incendio continúa siendo "extremadamente complicada" por la climatología, que resulta adversa para las tareas de extinción. Para esta tarde se espera de nuevo viento de levante que podría volver a dificultar los trabajos. Por eso, Puig ha explicado que las perspectivas no son optimistas y ha manifestado que la prioridad es "la vida de las personas".