El avance incontrolado del incendio forestal declarado el lunes en Llutxent, con dos frentes todavía activos, obligó anoche de forma urgente a evacuar por completo la población de Pinet y otras dos urbanizaciones en la partida de la Marxuquera de Gandia (zonas de la Ermita y Xauxa), habitadas por miles de personas.

Según los testimonios, algunas casas habrían sido pasto de las llamas de más de 20 metros de altura. Las 2.500 personas desalojadas el lunes continúan sin poder regresar a casa.

En Pinet, el fuego envolvía peligrosamente el núcleo urbano y amenazaba a las viviendas, con lo que los 120 vecinos que permanecían en el municipio (muchos de avanzada edad) tuvieron que abandonarlo casi con lo puesto, dejando escenas de pánico y angustia como consecuencia de una situación de incertidumbre muy alejada de la aparente calma con la que había transcurrido la jornada del martes.

Los grandes cambios de viento que irrumpieron con fuerza por la tarde impidieron controlar el fuego y reavivaron múltiples focos en el flanco sur del incendio, donde por la mañana la batalla parecía ganada a las llamas gracias al macrodispositivo de extinción que ayer movilizó a 600 efectivos y 25 medios aéreos.

El Ayuntamiento de Llutxent habilitó la Llar del Jubilat para alojar a los habitantes del pueblo vecino, si bien algunos evacuados optaron por trasladarse en coche a casas de familiares y conocidos. Solo un vecino se negó a abandonar su vivienda y fue desalojado a la fuerza por la Guardia Civil. El puesto de mando avanzado instalado en Pinet tuvo que desplazarse: las llamas se quedaron a tan solo 300 metros de distancia.

Mientras tanto, otro foco continuaba progresando preocupantemente anoche en la Safor por los términos de Gandia y Barx. El fuego quemó el paraje natural de El Surar y acechó el de Parpalló-Borrell, mientras se encaminaba a otros núcleos poblados. La última estimación oficial de la noche cifró en más de 1.700 las hectáreas calcinadas por un incendio cuyo origen fue un rayo latente, como ayer confirmaron los agentes medioambientales. A primera hora de esta mañana, una nueva estimación de Emergencias cifra en 2.639 las hectáreas arrasadas por las llamas.

Condiciones adversas

Aunque por la mañana los técnicos forestales observaban una evolución general «favorable» del fuego, el fuerte viento, las altas temperaturas y la compleja orografía de un terreno muy abrupto y poblado de desniveles de entre el 30 y el 40% volvieron a dificultar las tareas de los medios terrestres y a desatar la preocupación por el rápido avance de las llamas hasta los núcleos poblados. A las 22 horas comenzó a llover sobre gran parte de la zona incendiada, aunque la buena noticia duró poco.

Por la noche, las esperanzas se concentraban en que el descenso térmico y el aumento de la carga de humedad ayudaran a perimetrar el incendio, aunque a las 23 horas las perspectivas seguían siendo poco halagüeñas por las rachas de viento. Las carreteras CV-608 de Llutxent a Pinet y CV-675 de Gandia a Simat siguen cortadas.

Refuerzos de tres comunidades autónomas

El incendio de Llutxent movilizó ayer un ingente dispositivo de extinción en el que trabajaron 600 efectivos terrestres y 25 aéreos, entre bomberos del Consorcio Provincial, bomberos forestales, militares de la UME (271), brigadas de Divalterra y voluntarios de ACIF; además de los refuerzos de otras comunidades autónomas como Castilla la Mancha, Murcia y Aragón. El Ejército desplegó 14 medios aéreos, un amplio dispositivo compuesto por 5 aviones anfibios, siete helicópteros, un avión de Comunicaciones y Observación y 1 RPAS (dron). Cruz Roja y Guardia Civil ayudaron en las tareas de evacuación.