À Punt ha sacado a concurso público el servicio de subtitulación de la programación de la cadena pública dos meses después de su puesta en marcha. De esta forma, la cadena da un paso adelante en la accesibilidad a los contenidos de las personas sordas que hasta ahora no contaban con el servicio en sus televisores, a excepción de algunos contenidos de la cadena.

La licitación, con fecha del 3 de agosto, saca a concurso este servicio por 90.000 euros y un periodo de ejecución de cuatro meses que podrán ser prorrogados a un total de seis, donde se valorará la oferta económica y la experiencia de la empresa que se postule.

De esta forma la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació cumple con lo prometido a Podemos. Fue la senadora de la formación morada, Pilar Lima, quien denunció el primer día de emisión que la programación no estaba adaptada a personas con discapacidades auditivas, dejando fuera del derecho a la información a todo un colectivo social. Instó entonces a que la cadena cumpliera con la ley y adaptara con subtítulos y lengua de signos todos sus contenidos.

Semanas más tarde y por intermediación de Antonio Montiel, miembro de la comisión de Radiotelevisión Valenciana y Espacio Audiovisual de las Corts cuando mantuvieron una reunión con la directora general de À Punt, Empar Marco, a quien le transmitieron el malestar por la falta de accesibilidad universal al medio, y recordó que la misma ley de creación del medio vela porque la información esté adaptada a todos los colectivos «mediante subtitulado y lengua de signos y por audiodescripción para las personas ciegas», declaró Lima.

Según trascendió de la reunión, Marco se comprometió a tener activo el servicio en septiembre, si bien con la publicación de la licitación en agosto podría cumplir con los plazos acordados. Además, Marco también les transmitió el deseo de que desde la corporación se trataría de incluir la subtitulación «explícitamente» en los pliegos de las contrataciones de contenidos externos con las productoras.

Según declaró a Levante-EMV, la integración de los subtítulos era «una cuestión de voluntad y prioridad» del medio público que, de no cumplir con su propia ley, podría elevarse la reivindicación al Consell. Además, aseguró que dos meses después de estar emitiendo, las quejas por parte de las personas con discapacidad auditiva estaban comenzando a sucederse.

Si bien las personas sordas podrán tener acceso a los contenidos diarios de la cadena a través del subtitulado, el reto es ahora integrar progresivamente la lengua de signos como ya hace el Consell en todas sus retransmisiones audiovisuales.

Además, quedará por integrar la audiodescripción para las personas con discapacidad visual, que tampoco está operativo y que impide a este colectivo tener acceso a la cadena.