La falta de medios adecuados para personas con obesidad mórbida extrema, pese a los intentos de Sanidad por garantizar la disponibilidad de medios, ha complicado en extremo la asistencia a un joven de 350 kilos.

Con tan solo 34 años de edad, la vida de Teófilo Rodríguez (natural de Turís) ha estado al límite en tres ocasiones en apenas un mes. Su cuerpo está lleno de úlceras, y la espalda y los pliegues de su piel han empezado a «oler mal» por lo que su familia teme que lleguen a gangrenarse. Para Teo, el mero hecho de moverse, o tan si quiera respirar, supone un desafío.

El martes por la tarde, su saturación de oxígeno (el disponible en sangre) no superaba el 78 %, cuando el porcentaje adecuado se encuentra entre el 95 % y el 100 %. Esta insuficiencia respiratoria alertó a los padres y a su novia, que avisaron a Emergencias para que lo recogieran de su domicilio en Turís y lo ingresaran en el hospital de Manises.

Hasta el lugar acudieron tres camiones de bomberos, dos patrullas de Policía Local y una ambulancia con una camilla bariátrica (de obesidad mórbida), que aguantaba un máximo de 318 kilos. Pese a que se sabía que no era la más adecuada para trasladar a Teo y ante la ausencia de una de mayor capacidad, los técnicos de ambulancia iniciaron su traslado al hospital para que los médicos pudiesen estabilizar su situación. Como era de esperar, durante el traslado esta no aguantó el peso de Teo y se rompió.

Y es que la única camilla especial para traslado de pacientes con un peso superior a los 350 kilos de toda la Comunitat Valenciana se encuentra actualmente en Castelló, según explicaron técnicos de ambulancia a Levante-EMV. Este diario ya publicó en octubre de 2016, que la falta de medios especializados para personas con obesidad mórbida (actualmente 600.000 adultos en la Comunitat Valenciana) estaba poniendo en riesgo la seguridad de estas personas, por lo que la conselleria comenzó a trabajar entonces en la inclusión de un transporte seguro para ellos.

De hecho, el último pliego de Sanidad (con fecha del 1 de agosto) para la adjudicación del servicio de traslado médico urgente contempla que, al menos, la UTE adjudicataria debe contar con tres ambulancia SAMU, tres de Soporte Vital Básico y otras seis de tipo A para el traslado pacientes con obesidad mórbida.

Este pliego advierte de que las ambulancias deben tener «una capacidad de carga de 300 kilos o más». Por lo que técnicamente, Sanidad cumple la normativa. Estos tecnicismos, sin embargo, hicieron peligrar los cuidados y la asistencia médica de Teo.

Doce horas después de su ingreso en una sala de observación de urgencias en el hospital de Manises, los especialistas decidieron darle el alta. Según la familia, la justificación que aportó el centro hospitalario para mandarlo de vuelta a casa fue que «carecen de personal y de equipamiento para atender a una persona con su peso», por lo que les informaron, según cuentan los familiares, de que «estaría mejor en casa».

Semiinconsciente

Por ello, a las doce del mediodía los médicos dieron el alta a Teo y avisaron a la familia de que sería trasladado a su casa de inmediato. Devora, su hermana, puso entonces el grito en el cielo al advertir de que la ambulancia que trasladaría a Teo carecía de los medios necesarios para hacerlo. La camilla volvía a tener la misma capacidad que la que se rompió en su primer traslado. Desde entonces, los familiares no cesaron en su empeño para que fuese atendido en las instalaciones, ya que, aseguraron «está semiinconsciente y necesita atención médica».

No fue hasta las ocho de la tarde cuando el hospital de Manises decidió autorizar su estancia temporal en el centro hasta las ocho de la mañana de hoy, con el cambio de turno. Esta decisión derivó del esfuerzo de la familia por negar, en reiteradas ocasiones y por su escrito, un traslado que dejaría a Teo sin la asistencia médica necesaria para su bienestar. Una decisión que los propios técnicos de la ambulancia secundaron ante sus superiores.