Las condiciones eran propicias para que se produjera un incendio de las características que al cierre de esta edición sigue descontrolado en Llutxent. Un cóctel perfecto en el que no ha faltado de nada: calor, las sequedad ambiental y del terreno, viento y un rayo latente. El marco meteorológico era muy adverso: varios días consecutivos con las temperaturas máximas cerca de los 40 grados a los que se unió, el domingo por la noche, una tormenta eléctrica. Uno de aquellos rayos fue, de hecho, la causa del incendio, según confirmó ayer el jefe técnico de la Unitat de Forestals de la Comunitat Valenciana.

A todo esto hay que sumarle el viento y la sequedad del ambiente, ambos determinantes en la regla del tripel 30. «El riesgo de incendio siempre es extremo en los periodos secos como el verano, el periodo mayo-septiembre siempre es muy problemático. Eso se puede ver en factores climáticos, la regla del 30-30-30, vientos de más de 30 kilómetros por hora, tener una humedad de menos de un 30 % y una temperatura de más de 30 grados. Esto se da muchos días al año, lo que supone un riesgo extremo», según afirmó el presidente de la Plataforma Forestal Valenciana hace unas semanas a este periódico.

En Llutxent, el lunes a las 14 horas del mediodía, poco antes de que se declarara el incendio, se daban todas las condiciones: la temperatura superaba con creces los 30 grados; el viento soplaba por encima de los 20 kilómetros por hora y la humedad no superaba el 30 %. Los ingredientes perfectos para un cóctel letal.

Otro factor funesto, ya desde un punto de vista no tan específico, ha sido la ausencia de precipitaciones. De hecho, la Agencia Estatal de Metereología (Aemet) en su balance anual hidrológico informó recientemente de que en la Comunitat Valenciana había llovido por debajo de lo normal, sobre todo en el litoral.

En el caso de la población Llutxent, el déficit pluviométrico es de casi la mitad con respecto a las cifras normales. En el periodo de octubre a julio han caído 281,3 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 539,7 l/m2.

El viento tampoco ha jugado un papel favorable en este cúmulo de desprópósitos. Un viento que ha ido rolando en distintas direcciones y que, sin embargo, sí que ha soplado relativamente flojo aunque con rachas por encima de los 20 kilómetros por hora. No obstante, es significativa la bajada de temperaturas con respecto al lunes. Ayer, a las 14 horas, las temperaturas eran 3,5 grados menos que el lunes a la misma hora y la humedad había subido un 16 %.

De cara a hoy miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología prevé más tormentas en la Comunitat Valenciana. De hecho, ha activado la alerta amarilla por lluvias y tormentas en todas las comarcas de interior de Castellón y València, lo que puede ser muy favorable para el incendio si la lluvia descarga sobre la zona de la Vall d'Albaida.