La Conselleria de Sanidad ha presentado a Ribera Salud, la gestora del departamento de salud de la Ribera hasta el pasado 31 de marzo, una reclamación de cerca de 15 millones de euros por los desperfectos que se habrían cuantificado en los diferentes edificios e instalaciones del área de salud tras tomar posesión.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la administración sanitaria que, sin embargo, especificaron que todavía no se ha emitido el «acta definitiva» del informe, que incluiría la cantidad final a reclamar a la empresa, ya que aún se estaba «en periodo de alegaciones» estudiando, precisamente, las aportadas por la empresa.

Desde Ribera Salud entienden que este informe «no tiene sentido», porque desde la firma ya se habría cumplido con el compromiso al que se llegó en su día de invertir «140 millones tal como establecía el contrato» y que, por tanto, no se les podría ahora reclamar este plus.

Alegan además, y así se lo habrían trasladado ya a la Conselleria de Sanidad, que cumplieron con el compromiso de entregar el departamento de la Ribera el pasado 31 de marzo «en estado de funcionamiento como establece el pliego, incluso con mejoras no recogidas en contrato como la existencia de dos resonancias magnéticas en lugar de una y una cartera de servicios mucho más amplia de la estipulada, entre otras».

La Conselleria de Sanidad basa, sin embargo, esta reclamación en el artículo 23 del pliego de concesiones administrativas del contrato que marca que el adjudicatario debe devolver tras la reversión tanto el edificio como las instalaciones y el equipamiento «en el estado de conservación y funcionamiento adecuados».

El pliego recoge también la potestad de la administración a verificar, durante el año anterior a que finalice el contrato, «el estado de cada una de las instalaciones, edificios y equipamiento, para exigir su reparación o reposición en su caso».

De hecho, esta fue una de las primeras medidas que la Conselleria de Sanidad tomó en 2016 poco después de notificar a la empresa que no habría prórroga y que la reversión se oficializaría el 31 de marzo de 2018. En septiembre de ese año ya avisó a Ribera Salud de la creación de una comisión que tenía como objetivo verificar que las instalaciones se devolvían «en condiciones».