La Agencia Valenciana de Respuesta a las Emergencias pactó ayer con los representantes sindicales de los bomberos forestales un complemento salarial no consolidable que ronda los 300 euros para evitar que vayan a la huelga el 7 de septiembre, tal como anunciaron el martes.

La Generalitat plantea esta medida de manera transitoria hasta que se pueda hacer efectivo el acuerdo que alcanzaron en febrero, por el que se modificaba su salario con una subida del 30 % al haber aumentado las responsabilidades y pasar a formar parte de la agencia de emergencias valenciana. Para ello, la Generalitat tenía de plazo hasta el 30 de noviembre pero la amenaza de concentraciones y huelga en una época de riesgo alto de incendios les ha llevado a adoptar una compensación temporal.

Además, la Generalitat se comprometió a acelerar los trámites para que sea el primer pleno del Consell de septiembre el que apruebe el decreto que haría oficial las nuevas funciones que asumieron los bomberos y su nueva pertenencia a la agencia de emergencias valenciana.

La subida del 0,2 % de la masa salarial total representa, a efectos prácticos, un complemento no consolidable de 300 euros aproximadamente, la misma cantidad que se pactó en el acuerdo de febrero. Según acordaron con los sindicatos, el pago podría ejecutarse la semana próxima para saldar agosto, mientras que septiembre esperan poder contar con el sueldo que acordaron en invierno.

De esta forma, el área que dirige Ángel y a través de la Generalitat pone remedio al bloqueo que, según apuntaron fuentes del gobierno autonómico, está originado en el Ministerio de Agricultura, de quien depende la empresa pública Tragsa, de la que aún forman parte los bomberos y cuya vinculación terminaría en noviembre o si se cumple con lo acordado ayer, podría adelantarse a septiembre.

Sin embargo, desde el Ministerio de Agricultura desmintieron de forma tajante que se estuviera vetando el aumento salarial de los bomberos forestales. De hecho, a última hora de la tarde de ayer informaron de que todas las partes estaban trabajando para encontrar una solución, aunque no dieron más detalles.

Una reunión con los implicados Dada la situación de tensión alcanzada, desde Agricultura aseguraron que tras finalizar las labres de extinción del incendio de Llutxent «se pondrán los medios para reunirse con todas las partes implicadas y acometer la situación». Confirmaron que el encuentro se producirá en los próximos días, una vez el incendio esté extinguido y los bomberos abandonen el lugar.

Según explicaron, Tragsa solo depende de manera «funcional» del área que dirige el valenciano Luís Planas, pero la gestión administrativa y salarial depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, un organismo donde Tragsa está integrado y que depende únicamente del ministerio de Hacienda.

De esta forma, desde Agricultura devolvió ayer el balón al tejado de Hacienda, que ya se desdijo de las acusaciones de los sindicatos de ser los responsables de bloquear el aumento salarial que recoge el acuerdo. Entonces, a través de los contactos con la Generalitat, aseguraron que la partida presupuestaria destinada a cubrir dicho aumento contaba con su beneplácito. De hecho, fuentes del gobierno autonómico reafirmaron la buena predisposición del ministerio de Hacienda para salir del encallamiento producido y destacaron la colaboración que han prestado al gobierno de Ximo Puig para resolver esta situación.