Tras una semana de negociaciones aceleradas y llamadas entre instituciones gubernamentales, la contienda de los bomberos forestales por hacer efectiva la modificación salarial acordada no parece llegar a su fin.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, confió ayer en que los forestales desconvoquen los paros, programados para el 24 de agosto y el 6 de septiembre, así como la huelga indefinida convocada a partir del 7 de septiembre., tras haber llegado a un acuerdo con la Generalitat el jueves. De forma transitoria y hasta que se haga efectivo el aumento salarial que está comprometido, el ejecutivo valenciano aprobó abonar un «complemento no consolidable» por la misma cantidad (unos 300 euros), que se haría efectivo esta misma semana.

Así, la Generalitat daría la cara por el bloqueo al que está sometido el acuerdo al que llegaron los bomberos forestales con Tragsa, la empresa pública a la que pertenecen, que depende del Ministerio de Agricultura.

Pese a las buenas intenciones que los bomberos han reconocido a la Generalitat y, en concreto, a la Agencia Valenciana de Respuesta a las Emergencias, por ahora el colectivo no parece que vaya a claudicar. De manera oficial se concretará en el comité autonómico que se celebrará el lunes, donde asistirán todos los delegados sindicales de la empresa Tragsa en la C. Valenciana. Como único orden del día se hablará de los paros y esperan que la empresa aporte información. En base a eso, serán determinantes en seguir con los paros o desconvocarlos.

Algunos apuntan a que el «extra» de 300 euros que ofreció la Generalitat es tan solo una «propina» y por ahora, «no suspendemos nada hasta que veamos los hechos», apuntaron desde UGT. Por su lado, CC OO instaba en un comunicado al ministerio de Agricultura, donde todos los implicados sitúan el bloqueo administrativo, a «dar el visto bueno al acuerdo pactado y refrendado por la Sociedad de Estatal de Participaciones Industriales».

Por su lado, STAS-Intersindical convocó otro paro para el día 20 frente a la sede de Tragsa en València, y animó al resto de sindicatos a unirse a una convocatoria contra «el menosprecio hacia los trabajadores y el acuerdo alcanzado».

Tragsa se desmarca y asegura estar «pendiente» de las autorizaciones administrativas

La empresa pública Tragsa, a la que pertenecen los bomberos forestales, reaccionó ayer tras varios días de protestas de sus trabajadores. Desmintió que hubiera «menospreciado» la labor de los bomberos aunque se desmarcó del bloqueo del acuerdo laboral. La compañía seguró estar «pendiente de las autorizaciones administrativas preceptivas» que pondrán en marcha los acuerdos «sin menoscabo de la labor que realizan los colectivos de prevención y extinción de incendios».