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Historia

La historia se repite tras 54 años

En agosto de 1964 un incendio forestal devoró casi 4.000 hectáreas de los montes de Quatretonda, Llutxent, Barx, Pinet y Gandia

La historia se repite tras 54 años

La historia se repite 54 años después. Los montes de Llutxent, Barx, Pinet y Gandia que ahora sucumben bajo el fuego ya ardieron durante cuatro días en un pavoroso incendio que en agosto de 1964 arrasó casi 4.000 hectáreas de siete municipios de la Vall d’Albaida, la Safor y la Costera. El fuego, probablemente intencionado dado que se originó junto a un camino, se inició a las 13.30 horas del domingo 16 de agosto en el barranco del Garroferet de Quatretonda, según relató entonces a Levante, la cabecera histórica de Levante-EMV, el guarda forestal Julian Maiques.

Así comenzaba, según la crónica que hizo este rotativo en aquel agosto, uno de los incendios forestales «más extensos y devastadores que se han conocido en nuestra provincia a lo largo de muchos años». Llamas de 24 metros de altura «que se divisaban desde 40 kilómetros a la redonda». Es decir, desde lugares tan lejanos como Carlet o Alginet al norte, Moixent al este o Dénia al oeste.

En aquella España pobre y subdesarrollada, en la que las gentes de los pueblos empezaban a emigrar a oleadas del campo a la ciudad y al extranjero en busca de una vida mejor, los aviones y helicópteros para combatir el fuego no existían ni en sueños. La extinción de las llamas se fiaba a un ejército pobre y obsoleto compuesto de soldados de reemplazo escasamente preparados y sin apenas medios.

Sin brigadas forestales ni bomberos, completaban tal paupérrimo dispositivo los voluntarios de los pueblos afectados que acudían a toque de campana a apagar las llamas con lo que tenían a mano. «Todos se veían impotentes, pues no corría sino que volaba el fuego por encima de las cabezas de los hombres empleados en su extinción», relataba entonces el corresponsal de este periódico en Quatretonda, José Alonso.

Un error que se pagó caro

En la tarde del domingo el viento de levante ayudo a propagar rápidamente las llamas, pero la intervención de 200 voluntarios de Quatretonda junto a soldados del regimiento de infantería Vizcaya n.º 21 de Alcoi, que llegaron a la zona a la una de la madrugada del lunes, logró sofocar las llamas y dar por extinguido el fuego a las seis de la mañana. Un primer balance ofrecido por el corresponsal habla de unas pérdidas de «entre 10 y 15 millones de pesetas, pues hay 100.000 pinos maderables y más de 200.000 pimpollos totalmente arrasados por el voraz incendio».

Pero el drama, se convierte en tragedia cuando los voluntarios y el ejército, convencidos de que han acabado con las llamas, se retiran. Nueve horas después, a las 15,40, un fuerte viento de poniente reaviva los rescoldos y el fuego cabalga enfurecido en varias direcciones sin que nadie lo pare.

Desde Quatretonda llega hasta Pinet, Barx, Barxeta, Llutxent, Gandia y Ròtova «en un frente de 13 kilómetros de ancho por seis de profundidad en el que todo queda convertido en cenizas», ocasionando unos daños que algunas fuentes llegan a cifrar en 50 millones de pesetas.

El impacto fue devastador en la economía de Quatretonda, Pinet, Barx y Barxeta, que según la crónica de Levante iban a tardar «mucho tiempo en recuperarse de esta catástrofe» al ser pequeños pueblos «de reducidos ingresos, que lo fían todo a la madera que proporciona la montaña».

«No quedó un solo hombre...»

Al igual que en el actual incendio, las llamas de aquel agosto de 1964 también asediaron Pinet. Fue el martes 18 de agosto. «No quedó un solo hombre en Pinet. Todos marcharon al monte para impedir que el fuego llegara a las casas; a pesar del esfuerzo las llamas lamían la población. Fue un espectáculo dantesco, pues a 200 metros de la última casa del pueblo, el fuego alcanzaba proporciones impresionantes. Las mujeres y los niños lloraban (...) a la vista de la catástrofe, tan próxima, que parecía acabar con el lugar», escribe J. de A. en su crónica de la contraportada de Levante del viernes 21 de agosto.

Un cambio en la dirección del viento levantó el sitio de fuego a Pinet, pero se llevó las llamas hacia Barx, Barxeta, Llutxent y la Marxuquera de Gandia. A las 23 horas del miércoles, la telefonista de Barx, informa a este periódico que «el fuego continua y cercaba la población, y seguía corriéndose hacia los términos de Llutxent y Gandia». «Alguien llama desde Quatretonda y nos anuncia que el fuego está todavía en su apogeo en las proximidades del llamado convento de San Jerónimo», en referencia a Sant Jeroni de Cotalba, en Alfauir.

El jueves se da por sofocado el incendio. Además de cientos de voluntarios de los siete municipios afectados y de otros como Tavernes, en las tareas de extinción participaron soldados de cuatro regimientos: infantería Guadalajara n.º 20 y srtillería n.º 17 de Paterna, el caballería Lusitania n.º 8 de València y el Vizcaya n.º 21 de Alcoi.

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