El apoyo a que la Comunitat Valenciana tenga en el futuro un calendario electoral propio y diferenciado del resto de autonomías, que le permita situarse entre las comunidades históricas y tener visibilidad dentro de la política española es algo que encajaría en principio como un guante en el ADN de Compromís.
Sin embargo y aunque la dirección de la coalición no se ha posicionado oficialmente sobre un anticipo de las elecciones autonómicas después de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dejara la pasada semana la puerta abierta a esta posibilidad, la mayoría de sus principales cargos se han pronunciado en contra. Lo han hecho bajo la tesis de que no es el momento para un adelanto electoral porque tanto en el Consell como en las Corts quedan aún muchos asuntos por cerrar.
Sin embargo, pese a ese discurso oficial empiezan a surgir voces, especialmente en el Bloc, que consideran que un adelanto electoral no solo no es descabellado sino que sería una decisión que beneficiaría a los valencianos.
La convocatoria electoral es una competencia exclusiva del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pero fuentes consultadas en la formación nacionalista entienden que sería un momento adecuado para adelantar por primera vez las autonómicas e instaurar un marco político valenciano diferente. Un relato propio donde los temas valencianos tengan cabida en el debate estatal. Generar, en definitiva, una voz potente que permita salir de la segunda división autonómica, algo que el Consell del Botànic ha intentado durante estos tres años.
La que defienden algunos en el Bloc es la misma posición que comparten cargos del PSPV a los que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sondeó semanas atrás para conocer su opinión sobre un posible adelanto electoral. De la misma manera, en la formación nacionalista hay quien empieza a ver con buenos ojos un adelanto que permita que problemas valencianos como la financiación tengan una mayor visibilidad en Madrid, que es precisamente una de las banderas políticas que ha agitado el Consell de PSPV y Compromís en esta legislatura y que está en el alma y en la filosofía de la manifestación que convocó el pasado mes de noviembre en las calles de València para exigir a Madrid un trato justo en el reparto del dinero.
Riesgo de quedarse en el «no»
Lo que señalan las fuentes de la coalición es que Compromís no puede quedarse en el «no» a la posibilidad de adelantar elecciones. Es más, creen que debería ser la formación que con más fuerza tendría que exigir ese adelanto electoral porque para eso existe esa competencia en el Estatut y entienden que para que los valencianos sean considerados verdaderamente como nacionalidad histórica es necesario que el jefe del Consell tome decisiones como la de adelantar las elecciones.
Así que el debate está abierto, aunque quienes defienden esta posición estén en minoría.
De momento, todos dirigentes que se posicionan públicamente lo hacen con la tesis de que aún queda mucho por hacer en esta legislatura, tanto en el Consell como en las Corts, donde hay leyes pendientes de aprobar y consideran que es importante que ese trabajo finalice. Es la tesis de la lideresa de Compromís Mónica Oltra, que defiende que las elecciones solo se adelantan cuando un Ejecutivo «tiene problemas», pero no cuando «se está gobernando bien».
La vicepresidenta del Consell considera que hay muchas cuestiones pendientes y muchos proyectos en marcha que no se pueden dejar «a la mitad». Por eso cree que hay que agotar la legislatura para materializar «los cambios profundos que se han ido gestando en 2016 y 2017».
Es la misma opinión que tiene la coportavoz de Compromís y lideresa del Bloc, Àgueda Micó, que sostiene que hay demasiadas cuestiones por culminar antes de las elecciones y tanto por una cuestión «cualitativa» del Botànic como por la «estabilidad» que existe en el Consell no le ve demasiado sentido. Para el síndic en las Corts, Fran Ferri, lo mejor para los valencianos es acabar la legislatura y la síndica adjunta, Mónica Álvaro, también cree que no se entendería un adelanto electoral cuando hay trabajo en el gobierno y en las Corts con leyes pendientes que deben aprobarse.
