Han perdido a un ser querido que decidió quitarse la vida y coinciden en que atravesar por este duelo en soledad es muy duro. De estos mimbres nace la Asociación de Apoyo y Prevención del Suicidio. Un grupo de afectados que buscan ayudar a los afectados que la culpa y la impotencia no dejan pasar el duelo.
La asociación quiere crear grupos de apoyo para estos familiares, en coordinación con el Hospital de Sant Joan y asesorados por la asociación que con el mismo fin funciona desde hace años en Barcelona. Se trata de dar un primer apoyo y acogida a aquellas personas que atraviesan por una muerte de este tipo. La idea, explican Vanesa Gómez y Mila Sirvent, dos de sus integrantes, «es dar un respaldo puntual para que los supervivientes puedan integrar el duelo en su vida».
Otro objetivo es tratar de deshacer el estigma que rodea a estas muertes. «Cada día se suicidan 20 personas y es un tema que no se habla, solo cuando afecta a famosos», explica Javier Muñoz, miembro de la asociación. Además, Muñoz también quiere que su trabajo sirva para «poner en valor» a sus familiares fallecidos, «porque a veces tiendes a taparlos». Para explicarse mejor, pone el ejemplo de un puzle: «Tratas de recomponerlo y siempre te falta una pieza porque se la ha llevado la persona que se ha ido. Se trata de saber vivir con eso y queremos transmitir que se puede vivir sin esa pieza»
