Una de esas quejas que no pasan inadvertidas y que ha terminado surtiendo efecto. Una turista británica de 81 años ha conseguido recuperar parte del coste de sus vacaciones en Benidorm, que tuvieron lugar durante el pasado mes de mayo, después de presentar una reclamación ante el touroperador con el que contrató su estancia -Thomas Cook- porque en su hotel «había demasiados españoles».

Como lo leen. Pero ahí no queda la cosa. Freda Jackson, que así se llama la visitante agraviada, fue más allá en su escrito a la compañía de viajes y afirmó que el hotel sólo tenía oferta de entretenimiento para visitantes nacionales que, a su juicio, fueron «groseros» con ella durante su estancia de dos semanas, tras la cual terminó llorando.

Parece una broma pero lo cierto es que Freda Jackson y su acompañante han conseguido recuperar 566 libras (634 euros), de las 1.133 libras (1.265 euros) que pagaron por alojarse durante dos semanas en un conocido hotel de Benidorm, ubicado en la zona de Poniente, frente a la playa. Cabe destacar que esta parte de la ciudad de los rascacielos se caracteriza por aglutinar el grueso de pernoctaciones nacionales, siendo la «zona guiri» en el Rincón de Loix la que acapara el mercado turístico británico.

De ahí que Freda considerara que en su alojamiento había «muchos españoles», así lo recoge un conocido diario británico en el que la inglesa llega a decir que los españoles deberían ir a otro lugar para disfrutar de sus días de vacaciones.

Así, esta mujer pensionista con movilidad reducida alegó que su alojamiento estaba lleno de «groseros» españoles, que estuvieron a punto de hacerla caer al suelo en una ocasión sin que nadie se disculpara por este gesto. Pero ella no ha sido la única que ha criticado esta cuestión.

La mujer que cuida de ella aseguró al periódico que «el hotel estaba lleno de turistas españoles y realmente nos pusieron de los nervios porque eran muy groseros».

A la británica tampoco le gustó el entretenimiento que ofrecía este establecimiento porque estaba «enfocado para los españoles» por lo que apuntó que «¿por qué los españoles no pueden ir a otro lugar para sus vacaciones?».

Freda había reservado sus vacaciones en Benidorm en abril de 2017. La mujer ha llegado a reconocer que su operadora de viajes le recomendó este establecimiento, que cuenta con un pequeño desnivel, pese a que ella le comunicó que necesitaba una zona plana o accesible.

Compensación

La visitante y su amiga, que le acompañaba, exigieron un reembolso completo o un viaje gratis. Freda, que vive en Blackburn, Lancashire, aseguró al diario inglés que se ha hecho eco de esta reclamación que «nunca» se ha quejado de «unas vacaciones antes, pero estas fue un desastre de principio a fin».

«Mi amiga y yo lo pagamos con nuestras pensiones y fue una lucha intentar financiarlo durante 12 meses y las vacaciones se arruinaron por completo, lloré después», lamentó la anciana.

«Queríamos ir a un lugar plano y no con altura porque tenemos problemas de movilidad», admiten las mujeres pero «para colmo, una vez que llegamos a la recepción nos dijeron que nos habían puesto en el piso 14, aunque afortunadamente nos trasladaron al segundo piso que estaba pocos pasos de la piscina del hotel».

Es la primera vez que Freda, que anteriormente había visitado Grecia, Turquía, Portugal y Tenerife, toma la decisión de quejarse porque, a su juicio, el touroperador «vendió mal» y «arruinó» sus vacaciones soñadas, según explicó para el tabloide. Además aseguró que no había ningún representante de la compañía para quejarse sobre el viaje, así que en su lugar envió una carta a Thomas Cook.

En primera instancia, la compañía de viajes le ofreció un cupón de vacaciones de 75 libras (84 euros) como compensación por el «decepcionante» viaje al extranjero. Pero como rechazaron el «gesto de buena voluntad» inicial hecho por la compañía de viajes, que finalmente mejoró la oferta hasta llegar a las 566 libras (634 euros), cantidad que aún no han aceptado oficialmente.

Por su parte, Thomas Cook señaló que el único error fue «no informar de un cambio en sus vuelos hasta seis días antes de la partida». No obstante, el touroperador, explicó al diario británico, que sintió las molestias ocasionadas y aseguraron que no volverá a suceder».