El ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos, se comprometió ayer, ante los vecinos de las urbanizaciones Montesol, Monte Pino y Las Cumbres, de Gandia, a destinar ayudas económicas del Gobierno para paliar los daños sufridos en las viviendas de esta zona de Marxuquera que ardió durante el incendio de Llutxent que ha arrasado más de 3.000 hectáreas.

Ábalos ha sumado a este compromiso a la Generalitat y la Diputación de Valencia, que tienen «voluntad de trabajar conjuntamente con el objetivo de dar las mayores ayudas» a los afectados por el incendio de Llutxent. La idea del Gobierno es «volver a sacar» un decreto de ayudas como el que se publicó en 2012 para los afectados por los numerosos incendios de ese año en la Comunitat Valenciana.

El ministro no descarta que se puedan modificar las condiciones por las que se conceden este tipo de ayudas, que, tal y como se establece ahora, son para rentas por debajo de los 10.500 euros y para primeras viviendas.

Ábalos, sin embargo, apunta que «vamos a verlo en su conjunto, porque el daño en lo personal es mucho, pero todo sumado no es tanto, por eso yo creo que eso nos va a permitir acometer algo más que lo habitual», manifestó. El ministro de Fomento visitó ayer la zona, acompañado de la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, y del delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, además de otros ediles y miembros del gobierno de Gandia.

Allí les esperaban un grupo de vecinos y vecinas que, nada más bajar del coche, se dirigieron a ellos para pedirles explicaciones sobre la gestión de la crisis durante el desalojo y el postincendio.

Especialmente tensa fue la conversación que la alcaldesa, Diana Morant, y el propio ministro Ábalos mantuvieron con Julia, una vecina de Montesol, cuya casa se ha visto afectada en parte. Esta achacó a Morant fallos en el dispositivo de desalojo, pese a que todas las decisiones al respecto se tomaron desde el Puesto de Mando Avanzado (PMA), como aclaraba Juan Carlos Fulgencio.

Acusan a la alcaldesa de mentir

«Hemos estado a punto de morir», le decía la vecina a los representantes públicos. Pese a las explicaciones, la vecina siguió acusando a la alcaldesa de «mentir» por decir que la urbanización debía encontrarse desalojada cuando el fuego cercó las viviendas. «Ustedes publicaron en las redes sociales que el fuego estaba perimetrado». La alcaldesa, por su parte, le insistió que el martes por la noche, cuando el fuego llegó a las urbanizaciones, estas debían estar desalojadas porque la orden del día antes seguía en vigor.

Durante el encuentro dialéctico, Julia llegó a acusar a la alcaldesa de que «no viniste aquí en ningún momento», cuando, «había gente en calzoncillos por la calle que no sabía qué hacer». Por último, la mujer pidió a la alcaldesa que «escuches a tu pueblo».

Posteriormente, esta misma vecina se dirigió directamente a Ábalos y le pidió que «mirándome a los ojos, como española que soy, comprométase y nos diga que nos van a dar la subvención como zona catastrófica», a lo que Ábalos respondió asegurando que «en nombre del Gobierno, me comprometo a que haya las declaraciones necesarias para que ustedes puedan recibir ayudas» a lo que los vecinos le respondieron: «Creemos en usted, dándole la mano».

Tras estos momentos de tensión, tanto Ábalos como Morant departieron de forma más tranquila con los vecinos, incluida la propia Julia, mientras visitaban algunas de las casas afectadas por las llamas.