Podemos empieza ya a marcar terreno antes de que comience la negociación de los presupuestos de la Generalitat para 2019, consciente de que tiene la llave para su aprobación en las Corts. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguraba hace unos días que confía en la lealtad de los podemitas para que las últimas cuentas del Botànic salgan adelante.

Pero la respuesta de la formación que lidera Antonio Estañ es que solo apoyarán unas cuentas que sean más ambiciosas que las de los últimos años. Y valientes no solo en las partidas que se van a incluir sino en la ejecución presupuestaria, un ámbito que Podemos considera muy mejorable.

Así fuentes de la formación morada recuerdan el retraso del Consell en poner en marcha partidas que ya estaban incluidas en los presupuestos desde su aprobación a finales del año pasado, como los 15 millones de euros para vivienda pública, pero que se han ejecutado hace solo unas semanas, ocho meses después, y por la presión podemita, aseguran. También recuerdan que partidas como las destinadas a paliar la pobreza farmacológica se demoraron de una forma excesiva.

Fuentes de la dirección autonómica de Podemos responden a la petición de lealtad de Puig que el presidente no puede poner en duda que la formación ha sido leal al Pacte del Botànic y recuerdan que se han aprobado todas las leyes de la legislatura y Podemos ha estado al lado de sus socios (PSPV y Compromís) en las cuestiones centrales estos más de tres años.

Con todo, antes de decidir el sentido del voto a los presupuestos, Podemos quiere analizar qué partidas se incluyen para decidir las propuestas y las enmiendas que se presentarán pero avisa de que son los últimos para el Botànic y que solo se van a ejecutar cinco meses ya que en mayo de 2019 se celebrarán, salvo adelanto, las elecciones autonómicas, por lo que es necesario que mejorar el capítulo de la ejecución ya que de nada sirve incluir partidas que mejoran la vida de las personas y que luego no se ejecuten.

Por eso, desde Podemos reclaman más ambición a las últimas cuentas del Botànic pero remarcan que la lealtad de Podemos hacia el Botànic no ha cambiado.

Impuesto a estancias hoteleras

Uno de los elementos que más fricción provocó en la negociación entre Podemos y sus socios en los presupuestos del año pasado fue el debate sobre la imposición de una tasa a las estancias turísticas.

Oficialmente, Podemos asegura que decidirá en septiembre si vuelve a exigir su inclusión en los presupuestos de 2019, lo que tensaría de nuevo la negociación de los presupuestos. Otras fuentes en la formación aseguran que lo más probable es que no se incluya en el debate porque se asume ya que la cercanía de las elecciones hace inviable la puesta en marcha de la tasa turística por lo que se dejará para la próxima legislatura en caso de que Podemos tenga capacidad de presión o de gestión.

El momento más tenso

La negociación de los presupuestos del año pasado registró uno de los momentos de mayor tensión de la legislatura en las Corts. Los podemistas se negaron a aprobar la ley de acompañamiento, sin que la que no pueden desarrollarse los presupuestos, lo que obligó al bipartito a acudir a los cuatro exdiputados de Ciudadanos, que salvaron la tramitación.

Podemos dio el sí después al presupuesto pero la brecha en la relación con sus socios ya estaba abierta. En la negociación se registraron otros momentos tensos ya que Podemos acusó a sus socios, especialmente a Compromís, de falta de valentía y de plegarse al PSPV mientras la coalición le reprochaba cobardía por no haber entrado en el Consell.