La Iglesia Gnóstica quiso desmarcarse de la presunta secta que captó a la joven ilicitana de 19 años Patricia Aguilar, liberada a principios del pasado mes de julio en Perú y que ya regresó con su familia acompañada de su bebé, que tuvo precisamente con el líder de la secta.

La institución, en un comunicado, aclaró que el líder del grupo esotérico, el peruano Félix Steven Manrique, quien fue detenido y se encuentra cumpliendo una pena de nueve meses de prisión preventiva, «no es afiliado ni posee ningún vínculo» con la iglesia, de forma que se desvinculan de los hechos ocurridos con la joven ilicitana.

«La responsabilidad de sus actos es sólo de él y en ningún momento corresponden a los valores que fundamentan nuestra doctrina» subrayaron en el escrito. .

Manrique asistió durante cuatro meses a la Iglesia Gnóstica de Perú en el año 2012, pero, según las mismas fuentes, fue expulsado «al observarse sus rasgos mitómanos y agresivos», tal como consta en la carta emitida por los directivos de esta institución gnóstica.

Una demanda por difamación

A partir de ese momento, Manrique «usó indebidamente la palabra Gnosis y sus símbolos para usurpar nuestra identidad y emprender actuaciones ilegítimas como supuesto líder de esta confesión religiosa», insisten desde la institución, que ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía peruana por difamación y usurpación de identidad.

La Iglesia Gnóstica reclama que no se siga vinculando las actuaciones de Manrique con su doctrina. «La Gnosis es una filosofía perenne y universal con fundamentos ontológicos, teológicos y antropológicos que la distinguen, tal como lo definió el Coloquio Internacional sobre los orígenes gnosticismo en Mesina, Italia, en el año 1966 por eruditos y expertos académicos en Gnosticismo», concluyen.