El encontronazo entre profesionales de la Atención Primaria y los responsables de la coordinación de urgencia por el envío de ambulancias medicalizadas a los avisos domiciliarios está llenando hojas y hojas en los libros de incidencias de los puntos de atención continuada (PAC) de toda la Comunitat Valenciana.

Es la forma que tienen los profesionales de dejar constancia de los problemas que la retirada del transporte para ir a los domicilios les está generando y de dejar plasmado los retrasos que, según aseguran, ya acumulan en más de un servicio por problemas en llegar a las casas, por falta de medios o, simplemente, por desconocimiento del callejero.

Los libros recogen así casos «kafkianos», según los propios profesionales, como la llamada que entró el pasado jueves en un PAC del área metropolitana de Valencia por una persona que estaba en su casa «con un cuchillo en la mano y amenazando con suicidarse». Los médicos relatan que ni el 112 ni el CICU consideró necesario mandar una ambulancia medicalizada y que se les conminó a ir «por sus propios medios».

Tras llamar a un taxi, finalmente el servicio del SVB sí se activó y los profesionales llegaron al domicilio «en taxi siguiendo a la SVB».

Ante las negativas, y como protocolo, los médicos están avisando a la Policía Local para dejar constancia y, en muchas ocasiones, para garantizarse un desplazamiento lo más rápido posible.