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Siguiendo los pasos del Consell

La senda botánica que recorre Sánchez

Las primeras medidas del Gobierno son idénticas a las que adoptó la Generalitat

La senda botánica que recorre Sánchez

La música y la letra de muchas de las políticas que salen de la Moncloa suena botánica. En el giro izquierdista tras siete años de gobierno de Rajoy, Pedro Sánchez está recorriendo la misma senda que el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra en 2015, en sus primeros meses en la Generalitat. Muchas de sus iniciativas son idénticas.

El más botánico de todos los ministerios de Sánchez es el de Sanidad, donde la valenciana Carmen Montón repite en Madrid los pasos que ya dio en sus primeros meses como consellera de Sanidad Universal y Salud Pública.

Prácticamente con el mismo margen de tiempo que el Consell en 2015 (cuatro semanas), el Gobierno acordó extender la asistencia sanitaria a los inmigrantes que habían quedado excluidos por una orden del PP de 2012. Unos 20.000 residentes en la Comunitat Valenciana ya se beneficiaron de aquella decisión que el Gobierno de Rajoy trató de frenar y que Sánchez no ha tardado en recuperar.

Por la misma senda que ya transitó el gobierno valenciano, el Ejecutivo español también ha abierto en estas once semanas el camino a implantar la eliminación de recortes que impuso el PP, otra medida que el Botànic ya puso en marcha en sus primeros meses al frente de la Generalitat.

Los primeros beneficiados han sido los pensionistas en situación de mayor vulnerabilidad. También está en la agenda la eliminación del copago farmacéutico y ya se ha recuperado el acceso gratuito a la reproducción asistida para mujeres solteras y lesbianas.

El Gobierno también tiene previsto avanzar hacia la regulación y despenalización de la eutanasia durante lo que queda de legislatura, dos años. Y aunque el Botànic no tiene competencia en esta materia, las Corts ya aprobaron hace unos meses una ley de muerte digna que tiene la misma filosofía que la propuesta estatal: dignificar el proceso ante el final de la vida.

Otra de las políticas anunciadas por Sánchez es el impulso a la Ley de Dependencia, un asunto crucial de la legislatura para la Generalitat. La ministra Montón, que tiene ahora la competencia, asegura que uno de sus objetivos es poner la ley, aprobada en 2006 también por un ejecutivo socialista, a pleno funcionamiento. En la Comunitat Valenciana, la cifra de personas en espera de ayudas se ha reducido de los 46.000 que encontró hace tres años a las 21.000 actuales.

Este jueves, Sánchez anunció la puesta en marcha del pacto estatal contra la violencia de género, que «multiplicará» las ayudas a víctimas y reforzará los mecanismos de protección, según la vicepresidenta, Carmen Calvo. Ya hace años que el Consell impulsó ayudas económicas a víctimas del machismo y en abril de 2017 lanzó un pacto valenciano contra esta lacra que suscribieron también 730 entidades.

Pobreza infantil

En junio, el presidente del Gobierno anunció la creación de un Alto Comisionado contra la pobreza infantil que ocupa María Luisa Carcedo. Algo similar hizo el Botànic con la creación de una dirección general de Infancia y Adolescencia, dependiente de la Vicepresidencia, y una subdirección de Infancia dentro de Servicios Sociales. Después llegaron medidas más concretas contra la pobreza infantil como priorizar pagos sociales en becas de comedor y transporte escolar o abrir comedores escolares durante los meses de septiembre.

Impuestos a rentas altas

Esta semana se ha conocido que

el Gobierno de Pedro Sánchez negocia con Podemos subidas de impuestos a las rentas altas a cambio del apoyo podemista a la senda de déficit. Aunque el Gobierno tiene dudas sobre si le conviene tocar ahora los impuestos hace ya dos años que el Consell acometió una reforma fiscal que aumentó el tramo autonómico del IRPF a las rentas altas y lo redujo a las de menos de 50.000 euros. Lo mismo que pide Podemos en Madrid.

Sánchez también se ha centrado en sus primeras semanas en cuestiones simbólicas y de reparación. También lo hizo el Consell del Botànic, cuya primera iniciativa fue recibir a las víctimas del accidente del metro, una de las decisiones de las que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, asegura sentirse más orgulloso, junto con la sanidad universal y la eliminación del copago farmacéutico.

Medidas simbólicas

Dentro de las medidas simbólicas que auspicia Sánchez están las relacionadas con la memoria histórica, con la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos como bandera. Sánchez ha creado ya una dirección general de Memoria Histórica, pero en estos tres años la Generalitat ya ha aprobado una Ley de Memoria Democrática, que incluye la creación de un Instituto Valenciano de la Memoria, y la Conselleria de Justicia ha convocado para este año subvenciones a proyectos de recuperación de la memoria democrática valenciana por 480.000 euros.

Rescate de migrantes

La decisión de Sánchez de asumir la llegada de los 629 inmigrantes del «Aquarius» el pasado mes de junio a València también está muy ligada a la política valenciana. El acogimiento es la expresión máxima del rescate de personas que abandera el Consell, que también hizo su camino solidario.

En septiembre de 2015, la Generalitat contrató con Baleària un barco con capacidad para 1.200 personas con la intención de evacuar a refugiados de la isla de Lesbos, pero el Gobierno de Rajoy frenó la salida de la embarcación. En febrero de 2016, la vicepresidenta Oltra incluso se desplazó a la región del Pireo y se reunió con responsables políticos de la zona. El Consell también creó la comisión de Atención y Acogimiento a Personas Refugiadas y Desplazadas junto a las ONG.

Medios públicos despolitizados

Otra de las medidas que desarrolla el Gobierno y que también tiene antecedente botánico es el intento de dar mayor independencia a los medios de comunicación públicos. Mientras en Madrid se ha abierto un concurso público para elegir a los responsables de RTVE, los partidos del Pacte del Botànic ya pactaron la creación de un Consejo Rector de la nueva televisión (À Punt) ajeno a presiones políticas, que eligió a la directora general por concurso público. En Madrid, la negociación ha sido más complicada, especialmente por la debilidad parlamentaria del partido en el Gobierno, aunque ya han conseguido cerrar el nombre de la administradora única.

Y si el Gobierno ha declarado el 28 de junio Día Nacional del Orgullo Gay, las Corts ya han aprobado leyes en favor del colectivo LGTBI. Si de algo está satisfecha la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, es precisamente de haber ampliado derechos a este colectivo con la ley LGTBI. «Un paso más hacia una sociedad donde todos y todas cabemos», tiene escrito la vicepresidenta como mensaje destacado en una red social.

Y pendientes están en el Botànic de medidas que el Gobierno puede adoptar y que escapan a la competencia autonómica, como la eliminación de la Ley mordaza, denunciar los acuerdos Iglesia-Estado para eliminar la Religión del currículum o una nueva ley educativa que permita mejoras respecto a la Lomce. El Consell llegó a poner en marcha medidas «para paliar los efectos negativos de la Lomce» y tiene abierto el proceso participativo para elaborar la Ley Integral Valenciana de Educación (Live) en espera de que el Gobierno de Sánchez avance por un camino que la Generalitat ya abrió en 2015 y que el ejecutivo central también parece querer transitar.

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