Fase de captación:
Miembros de la organización reclutan en su país de origen a víctimas especialmente vulnerables utilizando habitualmente el engaño, con falsas ofertas de trabajo legítimo, como empleadas domésticas o incluso con promesas de sueños cumplidos como modelos o estudios pagados.
Fase de traslado:
Es fundamental para favorecer el desarraigo de la víctima alejarla de sus vínculos afectivos. Con las condiciones de aislamiento en un país ajeno el tratante logra mantener un mayor control sobre su víctima para explotarla sexualmente. Además se le despoja de sus documentos de identidad para dificultar su posible fuga. La entrada en el país se realiza con documentación falsa para que tampoco pueda acudir a la policía.
Fase de explotación:
Mediante coacciones se obliga a la víctima a ejercer la prostitución y otras prácticas análogas a las esclavitud. Se le amenaza con ejercer un daño directo sobre ella o sobre sus familiares mediante rituales de vudú. Previamente se les han cogido muestras de cabello, pelo de los sobacos, vello púbico, así como uñas, que son mezcladas con sangre animal en una especie de plato.
