Los bomberos forestales no van a desconvocar la huelga general prevista para el 7 de septiembre ni las concentraciones previstas en las próximas semanas, al menos, hasta que se haga efectiva la modificación salarial.
Ayer tuvo lugar la primera concentración frente a la sede en València de Tragsa, la empresa pública de la que forman parte y a través de la cual prestan su servicio en la Comunitat Valenciana. Un centenar de bomberos organizaron una pitada para presionar al Ministerio de Hacienda a que desbloquee la subida salarial acordada en febrero por Tragsa y la Generalitat, y que ha de contar con el visto bueno del ministerio de Maria Jesús Montero. Por ahora no ha llegado y, desde Tragsa aseguran que no se ejecutará hasta que el pleno del Consell no apruebe el decreto que oficializa el acuerdo. Solo entonces Hacienda dará el visto bueno y los pagos se podrán hacer efectivos.
La ratificación del acuerdo por parte del pleno del Consell dirigido por Ximo Puig se producirá, casi con total seguridad, en la primera reunión del curso el 7 de septiembre y evitará así una huelga de bomberos aún en temporada por riesgo alto de incendio.
La Generalitat, a través de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, ampliaba el abanico de funciones , cambiaba el nombre (de brigadas de emergencias a bomberos forestales) y aumentaba su retribución. Las nuevas tareas se ejecutaron desde el primer día, pero no así los alrededor de 300 euros que debían percibir de más.
Sin embargo, los sindicatos no creen que vaya a hacerse efectivo tras el pleno del Consell. Consideran que se trata de otra prórroga más del ministerio, que teme un «efecto llamada» en otros cuerpos de Tragsa que operan en el resto de comunidades autónomas. De hecho, reconocieron la predisposición de la Generalitat y de la Agencia, que desde el primer momento y tras dos años de negociaciones, incluyó en los presupuestos la partida para su aumento salarial. Sin embargo, es la dirección general de Presupuestos del ministerio quien tiene que autorizar la subida salarial, que está muy por encima del 1% que permite la ley para los empleados públicos.
De hecho, el director de la Agencia de Seguridad, José María Ángel, subrayó que entiende el «malestar»que muestran los bomberos pero confía en que la solución al bloqueo llegará de forma «inminente».
Muestra de esa voluntad por reencauzar esta situación, para Ángel es significativo que se acordara un complemento no consolidable de 300 euros de forma transitoria hasta que se apruebe la subida salarial. Tragsa también subrayó ayer que la predisposición de solucionar este embrollo administrativo queda plasmado en ese «extra» de verano para los bomberos, y alegaron que desde la empresa se actúa «en la medida en que nos da la autorización» por parte del Ministerio de Hacienda.
230.000 euros
Desde Tragsa apuntaron a que la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos fue quien autorizó los 230.000 euros a repartir entre los 770 bomberos que han cobrado entre ayer y hoy el complemento que, según apuntaron ayer los sindicatos, lo consideran como una «limosna».
Por último, el Ministerio de Agricultura, de quien depende Tragsa, ratificó ayer su compromiso de celebrar una reunión «con todos los agentes implicados» para arrojar algo de luz al bloqueo en el que se encuentra el acuerdo, si bien todavía no han establecido la fecha.
