Una mujer de 82 años fue encontrada muerta en su vivienda de la avenida Baleares de València el pasado lunes por la tarde. El inmueble no estaba forzado, su cadáver no presentaba signos externos de violencia y aparentemente no faltaba nada de valor en la casa. Hasta ahí, y más teniendo en cuenta la edad de la anciana, una muerte más en domicilio por causas naturales de las muchas que se dan en esta época del año. Sin embargo, la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de València ha hallado indicios de muerte violenta. Según ha podido saber Levante-EMV, la anciana habría muerto presuntamente debido a una asfixia por sofocación. Es decir, alguien podría haber obstruido sus vías respiratorias con una almohada, una bolsa u otra prenda.

Dado este giro en la investigación, los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional solicitaron al juzgado una entrada y registro en el inmueble donde fue encontrada muerta la mujer para realizar una inspección ocular más pormenorizada con el equipo de policía científica en busca de vestigios que, al considerarla una muerte natural el primer día, no se tomaron antes del levantamiento del cadáver.

De esta forma, el juzgado de Instrucción número tres de València, en funciones de guardia, autorizó ayer el citado registro en el domicilio de la fallecida, situado en la avenida Baleares de València. La anciana, de 82 años, residía sola desde hacía años y sus familiares más próximos se encontraban de vacaciones.

Fue su yerno quien se la encontró el lunes por la tarde sin vida después de que la hija de la fallecida, que estaba permanentemente en contacto con ella, se extrañara al no cogerle el teléfono ni responder al telefonillo. La puerta de la vivienda no estaba forzada y no había signos de que algún ladrón hubiera desvalijado el inmueble.

El forense no encontró en ese momento signo alguno de violencia o indicios que apuntaran a un homicidio y el cadáver fue trasladado al IML de València sin necesidad de precintar el inmueble. Sería posteriormente la autopsia la que pondría en alerta a los investigadores, al establecer como causa probable del fallecimiento una asfixia por sofocación.

«Era una mujer muy prudente, no creo que le abriera a nadie si no lo conocía», argumenta Nieves, vecina de la fallecida, a quien vio apenas unos días antes. La Policía Nacional ha tomado huellas en la vivienda para tratar de identificar al supuesto homicida.