El acuerdo anunciado ayer entre la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y el Ministerio del Interior para habilitar en la Ciudad de la Justicia la primera comisaría especializada en violencia de género acabó ayer como el rosario de la aurora y augura un final de legislatura convulso e incierto entre los socios de gobierno.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, cruzó ayer la línea al abroncar públicamente (a través de su cuenta oficial en twitter) a la titular de la Justicia a la que acusó de apropiarse de sus competencias en violencia de género: «Me resulta incomprensible y se me escapan las razones por las cuales la consellera de Justicia no conoce sus competencias ni las ajenas y se salta a la torera el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista. No tengo palabras, o me sobran o me las callo», indica en una de los múltiples tuits que escribió horas después de que Bravo, en compañía de la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, presentara el proyecto en rueda de prensa.

Oltra también arremetió contra el Gobierno socialista por apoyar esta iniciativa y dejar de lado el que defendía su departamento y que consistía en ubicar la comisaría especializada en un espacio anexo al Centro Mujer 24 horas que la Generalitat tiene en València. El rifirrafe pone al descubierto las fricciones entre ambos departamentos y eleva al máximo la tensión en el Consell en el que será el último año de legislatura. Los roces entre los socios de gobierno se han intensificado estas últimas semanas, pero la reacción airada de Oltra podría tener consecuencias para la estabilidad del Botànic. Los tuits son una desautorización en toda regla a una consellera independiente, pero que forma parte del núcleo duro del presidente Ximo Puig.

Antecedentes

Los roces entre ambos departamento no son nuevos, pero ayer explotó. Bravo y Oltra ya habían protagonizado en el pasado un enfrentamiento a cuenta de las competencias sobre violencia machista, un ámbito que formalmente está asignado a la Conselleria de Igualdad, pero que, dada su transversalidad, recae también en otro departamentos, especialmente Justicia. Desde hace meses ambas conselleries venían trabajando de forma paralela en el proyecto de contar en València con la primera comisaría especializada en denuncias por violencia de género. Los proyectos, sin embargo, diferían en cuanto a la ubicación de este servicio, una cuestión que, aunque pueda parecerlo, no es baladí.

Oltra llevaba tiempo reclamando al Gobierno la comisaría y ofreciendo un espacio en el Centro Mujer 24 horas. La vicepresidenta defiende que este es el lugar óptimo para que las mujeres se sientan protegidas para denunciar. Sostiene que este es el criterio de las profesionales y que la Ciudad de la Justicia es un sitio «angustioso». Oltra llega a acusar al PSOE de «seguir la estela del PP».

Las gestiones con el anterior Gobierno no dieron sus frutos. Interior y la policía nacional se mostraron reticentes. De forma paralela, Bravo llevaba tiempo trabajando con los operadores jurídicos para dar solución al problema. En ámbitos jurídicos, como la fiscalía de violencia machista o magistratura, se reclamaba que esta comisaría se instalara en sede judicial al entender que era la manera más eficaz de atender a las víctimas y coordinar los diferentes agentes que intervienen.

Con el cambio de Gobierno, es el proyecto de Bravo el que finalmente ha contado con el beneplácito del Gobierno. Oltra, que ha quedado al margen (no se le informó), se ha rebelado.