La consellera de Justicia, Gabriela Bravo (Ràfol de Salem, Valencia, 1963), asegura en una entrevista con la Agencia EFE que no concibe un verano sin playa, que es una fan incondicional de Joaquín Sabina, que disfruta cocinando, y que tiene pendiente un viaje a Egipto.

Suele pasar sus veranos en Gandia y ahora también Xàbia ¿Se imagina un verano sin playa y sin mar?

No, para mí eso no es un verano. No concibo los meses de verano sin poder disfrutar del mar. Para mí un verano sin playa es como un verano sin calor. Necesito el Mediterráneo. Si no, me estoy perdiendo algo.

Tampoco falla a las fiestas de su pueblo, Ráfol de Salem. ¿Es de las que no se pierde la verbena o prefiere las actividades diurnas?

Lo que verdaderamente no me pierdo son las cenas en el patio de la casa de mis padres. Con varias generaciones, todos juntos y disfrutando de esas pequeñas cosas que durante el resto del año no nos da tiempo a saborear.

Es una persona a la que le gusta viajar ¿recuerda algún viaje especial?

Sí. Me gustaría viajar más de lo que puedo ahora mismo. Me fascinó Cartagena de Indias, una ciudad repleta de historia y espectaculares paraísos de la naturaleza en sus inmediaciones, con un azul turquesa en sus playas como nunca había visto.

¿Tiene algún viaje pendiente?

Sin duda, Egipto. Es un lugar con el que he soñado desde pequeña, siempre me entusiasmó el mundo del antiguo Egipto, las pirámides, los faraones. Hace unos años estuve a punto de poder viajar, pero al final la situación del país se complicó y tuvimos que aplazarlo. Hasta hoy. Sin dudarlo, es mi destino pendiente.

¿Dónde le gustaría perderse?

En cualquier rincón de París. Me encantan sus museos, especialmente el de Orsay. Prácticamente todos los que han sido algo en el mundo de la pintura han pasado, o se han formado, o han tenido como referente la ciudad de la luz. Pasear por los Campos Elíseos y por las calles del Barrio Latino, reponer fuerzas en algún bistro con encanto ...

Se puede disfrutar del arte, de la cultura. Y además me encanta por todo lo que supone para la historia de la libertad y la democracia en Europa. Desde la Ilustración hasta el mayo del 68, París es un referente.

Su vida profesional ha sido y es bastante intensa, ¿qué hace para desconectar?

Intento conectar con mi familia, sobre todo con mis hijas y con mi hijo.

¿Le gusta escuchar música? ¿De qué tipo?

Soy fan incondicional de Joaquín Sabina desde sus comienzos. Y nunca diría que no a un concierto de Revolver.

¿Está enganchada a alguna serie?

Estoy muy enganchada a 'The Crown', he terminado 'House of Cards' y tengo pendiente 'El cuento de la criada'.

¿Ha cometido alguna ilegalidad, aunque fuera de joven?

No, que yo haya sido consciente, je, je, je.

¿Tiene algún secreto confesable?

Soy completamente transparente.

¿Hay alguna comida de la que no podría prescindir?

Una paella, hecha por mi padre y en mi pueblo.

¿Es cocinillas o prefiere que cocinen para usted ?

Disfruto cocinando, yo sola en la cocina, y con una copa de vino. Soy de las que le gusta la cocina tradicional, la de la abuela. Es la que me han enseñado y la que mejor se me da. Pero por supuesto también aprecio, y mucho, los buenos platos que preparan los amigos que cocinan mejor que yo.

¿Se maneja bien en redes sociales o es más analógica?

Soy más analógica, o si lo prefiere tradicional. Prefiero el contacto directo. Aunque sin duda aprecio la importancia de las nuevas tecnologías en las relaciones personales, ya sea en las redes sociales o en las comunicaciones a distancia. Sobre todo te permiten estar más cerca de los tuyos en cualquier momento y en cualquier lugar.