Un familiar cercano de María Concepción M. está convencido de que «se hará la loca, inventará excusas y hará todo lo posible para conseguir que le rebajen la pena». La detenida por el presunto asesinato de su marido llevaba más de 20 años fuera de Onil, su localidad natal, y aunque va en silla de ruedas, «nunca le ha hecho falta, la silla solo es para salir a la calle», apuntaba este testigo.

Asimismo, un amigo del fallecido relató que este le había explicado que conocía al cuidador de la mujer y que ambos mantenían una relación sentimental, y le añadió que ese cuidador padece una enfermedad terminal que le podría causar la muerte en los próximos meses.

Al parecer, un posible matrimonio de conveniencia para tratar de encubrir una falsa tetraplejia pudo ser el origen del crimen perpetrado el pasado lunes en Alicante en el que, supuestamente, una recién casada y su supuesto cuidador mataron a puñaladas al marido en un aparcamiento al aire libre. Fuentes conocedoras del caso informaron de que esa es la principal hipótesis de la investigación para esclarecer este caso, por el que tanto la recién casada, de 45 años, como su supuesto cuidador, de 58, ambos de Onil, ingresaron el jueves en prisión provisional sin fianza.

Ninguno de los dos prestó declaración ni en la comisaría de la Policía ni ante el juez pero en el sumario constan declaraciones de testigos y del círculo más cercano de la víctima, donde se aportan indicios que sitúan el origen del suceso en una supuesta estafa.

La recién casada mantiene que sufre una tetraplejia a causa de un accidente que le impide el movimiento de cuello hacia abajo, y personas del entorno del matrimonio aseguran que ella aseguró recientemente que está pendiente de recibir una indemnización de unos 200.000 euros y que aspira a una pensión por ese tipo de invalidez, como ya informó este periódico.

Sin embargo, varios testigos, incluida la policía fuera de servicio que presenció la agresión mortal, la vieron sujetando con fuerza a la víctima mientras su cuidador propinaba las puñaladas en la cabeza, cuello y pecho en el aparcamiento del barrio de la Albufereta, y también hay testimonios sobre que el día de su boda fumaba por sus propios medios y se levantó de la silla de ruedas para meterse en el coche.

Para evitar que la mujer fuera ingresada en un centro a causa de la supuesta tetraplejia cuando falleciera el cuidador, que padece una enfermedad terminal, este último propuso a la víctima un matrimonio de conveniencia para que ella pudiera sostener en el futuro que alguien la tenía a su cargo.

Desde la boda no había habido convivencia y el matrimonio se produjo poco después de conocerse. Se sospecha que el fallecido pudo acceder a cambio de una compensación económica. En el momento de las detenciones, tanto la mujer como su supuesto cuidador iban ataviados con ropa oscura, gorras y guantes de jardinería sobre otros de látex, lo que indica premeditación.