"Llevo 25 años trabajando en la playa y nunca me había pasado esto". Es el testimonio de Gema Terrades, jefa de playas de Cruz Roja en las poblaciones de Daimús, Bellreguard, Miramar y Guardamar, en la comarca de la Safor, tras la insólita situación protagonizada por un joven madrileño el pasado domingo al negarse a salir del agua pese a ondear la bandera roja.

Y es que el bañista, pese a las reiteradas llamadas de atención de los socorristas, los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, hizo caso omiso de las advertencias tras lo que fue detenido en la orilla ante la presencia de un buen número de personas que se agolpaban en la arena.

Pero, en estos casos, ¿qué autoridad tienen los socorristas?, ¿pueden impedir que los usuarios accedan al agua cuando está izada la bandera roja? "No tenemos autoridad para sacar del agua a nadie. Sí tenemos para prohibir el baño mediante la bandera roja", aclara Gema Terrades.

Señales acústicas

"Si un bañista decide poner su vida en peligro, lo que podemos hacer es advertirle mediante señales acústicas para que salga. Si, a pesar de todo, no nos hace caso, debemos avisar a las autoridades municipales para que actúen. Lo más habitual es que salgan, pero si reiteran su actitud de ignorar a los policías locales, cosa que no nos había pasado hasta el domingo, se llama a la Guardia Civil, que es la que tiene competencias en materia de Costas", añade.

No obstante, pese a admitir que no tienen autoridad para sacar a un bañista del agua si este se niega, -asevera la jefa de playas de la zona- "a lo que no nos vamos a negar nunca es al deber de socorro y auxilio", lo que, recuerda Terrades, obliga a los socorristas en numerosas ocasiones a poner en peligro su propia vida para salvaguardar la integridad de bañistas negligentes que ignoran los consejos y recomendaciones."Como socorristas, lo único que podemos hacer, jugándonos la vida, es alertarle de que está la Guardia Civil esperándole fuera", como así fue en el caso del joven del pasado domingo en la playa de Daimús.

No hacer caso a las advertencias de los socorristas conlleva una multa, cuya cuantía varía según el municipio, y que puede oscilar desde los 100 hasta los 3.000 euros. "La bandera roja, por ley, lo que te dice es que está prohibido el baño. Que la falta sea grave o no ya depende de cada ordenanza municipal", señala la responsable de playas de Cruz Roja. En el caso de Daimús, "la denuncia administrativa va de 700 a 1.500 euros, al tratarse de una falta grave", advierte Terrades. "Pero lo ocurrido este domingo, seguramente, va a suponer algo más que una denuncia administrativa", advierte.

Otros casos de sanciones en Xàbia, Elx y València

Justo hace dos veranos, dos bañistas fueron multados con 750 euros en Xàbia después de que ignoraran tanto la bandera roja como las advertencias que se dieron por megafonía.

También en Elx fue sancionado hace dos veranos un turista francés que se adentró en el mar tras desobeceder las órdenes de los socorristas. En este caso, el bañista sí salió ante las señales de los agentes de la Policía Local. Con anterioridad, en 2009, la policía multó con 1.000 euros a un nadador que también se adentró en el mar cuando ondeaba la bandera roja. Sin embargo, fue en 2007 cuando se interpusieron las primeras multas por infringir la ley y bañarse con bandera roja. Fue en València y las multas ya oscilaban entre los 750 y los 1.500 euros. j. f. valència