La Conselleria de Sanidad ha destinado 127 millones de euros en tres años para ayudar a diversos colectivos vulnerables a compensar el gasto farmacéutico. Solo para este ejercicio de 2018 se han presupuestado 69.376.240 euros para estas ayudas. Así lo expusieron ayer fuentes de la administración sanitaria que recordaron que las ayudas frente al copago farmacéutico (implantado por el gobierno central de 2012) empezaron a funcionar en la C. Valenciana en 2016 primero para los pensionistas de rentas bajas y personas con diversidad funcional. Después de varios cambios legislativos para evitar la anulación por inconstitucionalidad -siguiendo el recurso presentado por el gobierno de Mariano Rajoy- el Consell apostó por mantener las ayudas al año siguiente y ampliarlas para otros colectivos: menores de familias con rentas bajas y a menores no registrados ni autorizados a residir en España. Y en 2018 se incluyeron ayudas para personas en situación de desempleo con rentas bajas y, recientemente (en agosto), el colectivo de familias monoparentales.

Así, desde 2016 hasta 2018, esos 127 millones de euros han ayudado a corregir el copago a «más de 1.278.000 personas de la C. Valenciana que estaban, además, en una situación de clara vulnerabilidad», según dijo ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

Según la conselleria, y a tenor de los datos de prestación farmacéutica relativos a la dispensación de medicamentos financiados en la Comunitat Valenciana a través de receta médica, estas ayudas han permitido que las tasas de abandono o interrupción prolongada de tratamientos bajen.

Entre los pensionistas con rentas bajas y personas con diversidad funcional, solo en el primer año de aplicación de las ayudas el abandono de tratamientos bajó un 30,7%. Esta reducción se ha incrementado durante los años 2017 y 2018 en estos colectivos y ya llega al 37%. Entre los menores de edad el abandono bajó el primer año un 11,4 % y entre los desempleados un 6 % desde mayo.