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Lucha contra el fuego

El incendio de Llutxent duplica las hectáreas quemadas en 2018

El 60 % de los fuegos del pasado mes de agosto se produjeron por tormentas eléctricas

Entre enero y agosto de 2018 se han quemado 3.867 hectáreas en la Comunitat Valenciana y el 81% de la superficie arrasada se localiza en un lugar: Llutxent y los municipios afectados por el incendio del 6 de agosto, uno de los más agresivos registrados en los últimos cinco años.

Con todo, hubo un año marcado en rojo. Fue 2012, cuando el fuego arrasó 51.485 hectáreas, con epicentro en Cortes de Pallás y Andilla. En los cinco años siguientes y hasta la actualidad, el año más devastador fue 2016, cuando entre junio y agosto hubo 5.600 hectáreas afectadas por el fuego, centrados en los incendios de Bolbaite, Carcaixent y Artana.

En los otros cuatro años la superficie afectada por los incendios ha oscilado entre las 1.300 y los 2.300 hectáreas quemadas. De las tres provincias, es València «la más vulnerable» al fuego debido a la extensión de la agricultura y la dispersión de las urbanizaciones.

Así lo explica la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Delia Álvarez, quien señaló que Castelló y sus precipitaciones dificultan que el fuego se extienda, mientras que en Alicante la «superficie poblada», es decir, la masa forestal, no es tan abundante como para propagarse.

Llutxent ha sido este verano el gran quebradero de cabeza por sus dimensiones, su situación geográfica y las condiciones meteorológicas adversas, que impidieron su rápida extinción.

Ocho incendios en agosto

De hecho, por detrás de Llutxent, donde ardieron 3.146 hectáreas, el siguiente incendio más grave fue el del 13 de agosto en Alicante con solo siete hectáreas. Ambos forman parte de los 102 fuegos que hubo en todo el mes y donde solo ocho fueron catalogados de incendios. El resto no superan la hectárea de afección por lo que se cataloga como conato y su extinción es rápida.

Agosto ha sido un mes especialmente conflictivo por las condiciones climáticas. Las tormentas provocaron que el 60 % de los fuegos originados en el territorio valenciano se debieran a rayos, frente al 20 % que se registró en julio.

Álvarez matizó que los datos de agosto, aún por publicar en la conselleria, son provisionales porque el 14 % de los incendios todavía se está investigando su origen. Los 102 incendios de agosto contrastan con los 39 de julio y los 22 de junio. Pese a que el calor es un factor decisivo, llama la atención que en mayo los fuegos se dispararon a 62 y en marzo y enero no bajaron de los 30 focos.

En concreto, en marzo se calcinaron 275 hectáreas. Álvarez explicó que durante los meses de invierno se queman las podas debido a la prohibición que Medio Ambiente establece desde el 1 de junio hasta octubre. Este año esa restricción terminará el día 16 aunque Álvarez advirtió de que podría extenderse de persistir las altas temperaturas.

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