El final del verano es la época de los nuevos propósitos, de retomar la rutina con ganas, de recuperar aquellas tareas abandonadas y también -por qué no decirlo- de intentar cumplir los propósitos olvidados de Año Nuevo, ahora que ya solo quedan cuatro meses para que acabe el «plazo».

Después de las vacaciones de verano, muchas personas consideran que septiembre es el momento de empezar a comer sano, mejorar el nivel de Inglés o apuntarse al gimnasio. Desde Gym 24h Ruzafa constatan que en septiembre hay un cambio bastante grande con respecto a agosto. Si antes había cinco personas a las 16 horas de la tarde, ahora pueden haber 30», detallan.

«A la vuelta del verano siempre aumentan las altas. Llegan usuarios de todo tipo, aunque la mayoría son esporádicos y cogen tarifas de poco tiempo para volver a ponerse en forma después del verano», explican desde el gimnasio, que está equipado con máquinas de musculación y ofrece clases dirigidas y descuentos este septiembre.

Asimismo, después del periodo vacacional, el número de personas que acude a un dietista-nutricionista se duplica, debido a los excesos que se producen en esta época, aseguran desde el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa). Estos profesionales explican que en verano se produce un aumento gradual de peso entre dos y cinco kilos. «Excederse es muy fácil y en verano parece que se dé barra libre al alcohol, a más fritos, a más ultraprocesados (como helados comerciales, precocinados, congelados, etc.) y se consume menos verduras», detalla Luis Cabañas, secretario del colegio.

Los pacientes postvacacionales responden a dos perfiles principalmente: «por un lado, pacientes que ya venían a consulta y habían adquirido buenos hábitos pero que, tras una temporada estival, han retomado hábitos poco saludables; por otro, pacientes que piden una primera cita porque han experimentado un incremento del peso», asegura Christian Mañas, miembro de la junta directiva del CODiNuCoVa.

El objetivo ha de ser, según apuntan, mantener una alimentación variada y completa, y alertan que uno de los errores es la fijación de objetivos poco realistas, como «adelgazar cinco kilos en una semana, perder solo grasa en el abdomen o reducir un periodo muy concreto de tiempo para participar en una competición. Aunque es muy fácil adaptarse a tomar una cerveza todos los días, es muy difícil incorporar más fruta en nuestros desayunos», explica Cabañas.

Pero no todos los propósitos van dirigidos a cuidar la salud, el físico o a verse bien. Otra de las grandes metas durante estas fechas es mejorar el nivel de conocimientos de Inglés. La mayoría de alumnos de The Runwalkers, una academia de Torrent, se van de vacaciones ya inscritos, pero desde el centro apuntan que en septiembre completan los grupos.

«Un 20 % de los alumnos se apuntan ahora», asegura Rafa Soria, el propietario de la academia, quien destaca que cada vez se animan más adultos que necesitan mejorar sus currículums. «El interés por el Inglés nunca decae, desde hace tres años se nota bastante un aumento. Además, las familias ya no se conforman con lo que se enseña en los colegios y los adultos han repuntado después de la crisis», afirma.

«Depresión postvacacional»

Para sobrellevar mejor la vuelta a la rutina, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria recomienda incorporarse paulatinamente y no olvidar las relaciones con la familia, así como de dedicar tiempo al desarrollo personal. Además, critican el uso de la expresión «depresión postvacacional», ya que banaliza «una enfermedad real y grave».

Aseguran que, en la mayoría de casos, la tristeza, el abatimiento, la irritabilidad, la ansiedad o la tristeza que se sienten al volver al trabajo forman parte de «un estado de ánimo pasajero». «Es un proceso emocional normal», resumen, que conlleva un periodo de adaptación por el cambio de rutina.