Con la entrada de septiembre también se da inicio al otoño climatológico, que, a diferencia del astronómico (el que usualmente se utiliza), coincide con la entrada del noveno mes del año. Esta estación, que se desliza en el tiempo hasta el 30 de noviembre, suele ser la más lluviosa, dejando episodios de lluvias torrenciales y lo que se conoce como gota fría.

Los expertos inciden en que es extremadamente complejo predecir a largo plazo, más aún en nuestro país por «la posición geográfica y su compleja orografía», como reconoce Samuel Biener a Levante-EMV, presidente de la Asociación Meteorológica del Sureste. Tesis que también sostiene José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en València.

No obstante, existen organismos que sí se aventuran con las previsiones a largo plazo. Una de ellos, la National Oceanic and Atmospheric Administration de EE UU, que augura un otoño normal en cuanto a precipitaciones.

El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas, en cambio, señala que en la Comunitat Valenciana podrían producirse episodios de fuertes lluvias torrenciales, sobre todo en el mes de septiembre y, especialmente, en octubre.

Episodios torrenciales

Biener hace referencia al aumento del fenómeno llamado «lluvias cálidas». «Se está apreciando un aumento del fenómeno de las lluvias cálidas, como consecuencia del aumento de la temperatura del Mediterráneo, que se está tropicalizando. Las lluvias fuertes del otro día en Xàbia fueron de tipo cálido. Si el mar está más caliente, si las condiciones atmosféricas son las adecuadas, debemos esperar que los episodios de lluvias torrenciales sean más virulentos y se podrían extender hasta invierno, aunque aún es pronto para afirmar esto», mantiene.

Este fenómeno de aumento de la temperatura del mar es un claro signo del cambio climático, que, como ha declarado el presidente de la Asociación de Geógrafos españoles, Jorge Olcina, «están ya corroborados en datos científicos. Han dejado de ser supuestos y son manifestaciones claras de calentamiento climático» .

En cuanto a las temperaturas, Biener concluye que «durante los últimos años, parece que la primera mitad del otoño son una prolongación del verano, lo que podría ser una consecuencia del cambio climático, e incluso en meses de septiembre pasados hemos llegado a tener olas de calor en las comarcas centrales valencianas. Sin embargo, lo normal es que las temperaturas vayan cayendo poco a poco, ya que en esta época empiezan a entrar las primeras masas de aire polares o árticas, que dejan inestabilidad y/o fresco en nuestra zona».