El presidente Ximo Puig anunció, a lo largo de su discurso, una batería de medidas e iniciativas para acometer hasta que termine la legislatura, según lo previsto, en mayo del próximo año.

Tras hacer público que su encuentro con Pedro Sánchez se producirá en octubre, el jefe del Consell repasó el listado de compromisos que revelan una apuesta firme por la Sanidad y los Servicios Sociales, las Infraestructuras y la Industria.

Puig anticipó que en el ejercicio de 2018-2019 la partida presupuestaria de Sanidad contará con 1.000 millones de euros más para mejorar la red sanitaria. En concreto, el «acuerdo integral entre actuaciones para reducir las listas de espera» aunará todos los esfuerzos de la Generalitat.

Se intensificará lo que ya se realiza, como el intercambio de pacientes entre hospitales públicos, apostar por el «autoconcierto» con mejoras salariales para los médicos y de manera inevitable se recupera el plan de choque, que deriva pacientes del centro público al privado y que instauró el PP en el gobierno.

En 2015, la lista de espera rozaba los 120 días mientras que ahora llegan a 90, si bien siguen siendo «cifras inaceptables para este Consell», indicó Puig.

La otra piedra en el zapato también pareció quitársela ayer el Consell cuando anunció la aceleración de la reversión del Hospital de Dénia. Se trataría de una desconexión porque el contrato con la empresa DKV sigue vigente, mientras que en el Hospital de la Ribera la desprivatización se llevó a cabo al finalizar el contrato. Según explicó Puig, el hospital de la Marina volverá a ser «10 0% público» antes de terminar la legislatura.

La apuesta por la atención primaria se constata en el anuncio de la inversión de 90 millones de euros a cuatro años para la rehabilitación y ampliar centros de salud.

En Bienestar Social, dos iniciativas que Puig subrayó en su intervención: por un lado, recompensar a 12.000 afectados por el «copago injusto y confiscatorio» del antigo gobierno en los centros sociales. Por otro, «fortalecer» el Ivass para convertirlo en un instrumento de «gestión pública». La intención sería subrogar los centros de discapacitados y de salud mental dentro del instituto.

Las infraestructuras conforman la otra gran pata que pretende reforzar Puig en el sprint final del Botànic. La que más reacciones suscitó fue el servicio nocturno que ofrecerá Metrovalencia a partir del 1 de enero en fines de semana y días festivos.

La misma empresa comenzará las obras en el primer trimestre de 2019 de la Línea 10 (antigua T2) entre la calle Alicante hasta Natzaret. La inversión público-privada de 1.000 millones de euros en el Puerto de València o la ampliación de Parc Sagunt sacan a relucir el compromiso del Consell con este sector, como el de la Industria y la Innovación.

Comprar el Penyagolosa

Entre los anuncios que hizo Puig, uno llamó la atención por lo inesperado. El Consell comprará el pico del Penyagolosa, la segunda montaña valenciana más alta (1.813 metros) que ahora está en «manos privadas», como explicó Puig para sorpresa del hemiciclo.

Como novedad y en materia de memoria histórica, se creará un banco de ADN público para que las familias con víctimas de la Guerra Civil puedan encontrar a sus antepasados y en el área de Cultura, la tarjeta cultural subvencionará la compra de productos y servicios.