La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha aplaudido la "lección democrática" dada por Carmen Montón al dimitir como ministra de Sanidad y ha lamentado, sin aludir directamente a nadie, que "otros, en situaciones similares o peores, ahí están agarrados como garrapatas a sus cargos".

Para la también coportavoz de Compromís, la dimisión de su excompañera socialista en el Gobierno valenciano por las supuestas irregularidades detectadas en su máster demuestra "hasta qué punto ha subido el listón de la ética", y que esta decisión "debería ser un aviso a navegantes".

En un encuentro con periodistas tras entrevistarse con el secretario general de CCOO-PV, Arturo León, Oltra ha manifestado: "Humanamente me cuesta hacer una valoración sobre lo sucedido. Antes que ministra (Carmen Montón) fue consellera, y quiero poner en valor su trabajo".

"Logró hitos tan importantes como lograr para la salud pública la gestión de un departamento de salud, recuperar la sanidad universal y suprimir el copago farmacéutico para muchas personas que ya no han de elegir entre medicarse o llegar a fin de mes", ha recordado.

Asimismo, ha destacado que en cien días en el Gobierno "ha encarrilado temas como devolver la sanidad universal al resto de España, la cuestión de que los cuidadores, normalmente mujeres, recuperen su cotización, y las medidas para suprimir el copago farmacéutico".

Según Oltra, en 2015 hubo "un cambio político muy importante que sacudió las instituciones y la sociedad y que venía gestándose desde movimientos ciudadanos muy importantes, que pusieron el foco en la necesidad de que algunas inercias y prácticas del pasado ya no eran bienvenidas".

Entre ellas, ha destacado "el diferente trato que pueden tener personas del mundo político o empresarial, de quienes tienen privilegios o capacidad de decisión".

A su juicio, "lo que demuestra su dimisión es que esto ha calado en la sociedad, hasta el punto de que el listón de la ética ha subido enormemente, y esto es un mensaje para navegantes, para quienes tienen máster regalados y se han quedado sordos, porque el mensaje es que la ética no la establecen los tribunales, sino a través de la práctica política".

"La exigencia social dejaba poco margen a su actuación", ha reconocido Oltra para añadir, respecto a la Universidad Rey Juan Carlos, que se necesita "agua y lejía" para recuperar la credibilidad de la institución.

"Había un chiringuito para favorecer determinados intereses, como los del señor Casado -según la consellera-, todo tutelado por Esperanza Aguirre, que colateralmente iban buscando a personas para tapar el chiringuito".

Y ha añadido: "Quiero pensar que esto es una excepción y que el prestigio de las universidades públicas no se verá manchado, pero para ello es necesario que se depuren responsabilidades de gestión dentro del centro, al margen de las penales".

Para Oltra, es "absurdo" disponer de un título cuando realmente no se han aprendido las materias que lo integran.