Giro inesperado en el juicio a la trama del alcalde de Torres Torres. Rafael Gil, quien el pasado martes aceptó una pena de siete años y once meses de cárcel por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a banda organizada, malversación, blanqueo de capitales, encubrimiento y contra el derecho de los trabajadores, tal y como adelantó en exclusiva Levante-EMV, ha manifestado su intención de presentar de forma inmediata su dimisión. El motivo de trasfondo no es otro que lograr la suspensión de la pena, que inicialmente esperaba obtener pero que tras la sesión de hoy está más en el aire que nunca.

El propio alcalde reconoció a este periódico que no tenían intención alguna de dimitir apenas unos minutos después de confesar los delitos por los que está acusado y se mostró optimista con no pisar la prisión pese a la condena de casi ocho años de cárcel. La misma, aunque se trate de un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y su defensa, en la cual no cabe recurso, no será efectiva hasta que sea firme para todos los coacusados. Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba una pena de hasta 30 años de prisión para el alcalde de Torres Torres.

De hecho, de los 42 procesados, cuatro han declarado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València negando su vinculación en dicha trama que presuntamente traficaba con marihuana y armas, transportando la mercancía ilegal a través de la empresa que dirige el propio alcalde de Torres Torres. La mayoría de los acusados reconocieron los hechos en el juicio y aceptaron penas que van desde los trece meses de prisión a los ocho años. Entre ellos los dos presuntos cabecillas de la organización, que recibían las órdenes desde Lituana del narco conocido como "El Abuelo", quien no ha podido ser localizado.