La reforma del Estatuto de Autonomía de las Islas Canarias será aprobado hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados, que la enviará al Senado para completar su tramitación. La reforma llegó a Madrid en 2015, cuatro años después de la llegada del estatuto valenciano, aplazada su tramitación en numerosas ocasiones desde hace siete años.

La modificación estatutaria del archipiélago llegó a la Cámara Baja en abril de 2015 y también quedó varada por las sucesivas convocatorias electorales. Sin embargo, en una de ellas estuvo la clave que ha propiciado el «acelerón» en la tramitación: el PP de Mariano Rajoy necesitó el voto de Coalición Canaria para investirle como presidente en octubre de 2016 a cambio de activar la aprobación de la reforma del estatuto.

De hecho, dos meses después de que Rajoy tomara posesión, en diciembre, el pleno de la Cámara Baja debatió la toma en consideración de la reforma y se registraron las enmiendas un año después, en noviembre de 2017.

Hoy se aprobará y la tramitación habrá durado poco más de tres años. El estatuto valenciano, por el contrario, lleva siete estancado en la Carrera de San Jerónimo y no hay previsión de la situación se vaya a revertir.

La reforma fue aprobada en las Corts en 2011 y hasta 2015 fueron aplazamientos constantes hasta que en 2015 el cambio de gobierno, con Enric Morera al frente de las Corts, exigió que se debatiera en el Congreso, y así fue, aunque con los escaños casi vacíos.

Desde 2011 se han producido casi cuarenta aplazamientos. Se aceptó la tramitación parlamentaria en 2016. Junto a la reforma canaria y la valenciana, la del Estatuto de Murcia también se encuentra en espera.

La reforma valenciana busca garantizar un nivel de inversiones estatales equivalente al volumen de la población de la C. Valenciana, que representa cerca del 11 % del total de España. La canaria eliminará los aforamientos, blindará el Régimen Económico y Fiscal y modificará el sistema electoral.