El listado de reivindicaciones que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tendrá que entregar la primera semana de octubre cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le reciba en La Moncloa saldrá hoy de las Corts en forma de propuesta de resolución pactada por PSPV y Compromís.

Un acuerdo que no ha resultado sencillo y que se cerró el miércoles a última hora tras ceder ambos partidos cuestiones sustanciales.

El resultado es una tabla reivindicativa que Puig tendrá que defender ante Sánchez, que está revisada por el socio, y que recoge nueve puntos clave para acabar con la infrafinanciación de los valencianos además de medidas paliativas de urgencia hasta que se reforme el actual modelo, que lleva caducado desde 2014.

A cambio, la coalición cede y apoya al déficit del 0,3 % que defiende tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como los socialistas valencianos con el conseller Vicent Soler a la cabeza pero contra el que Compromís votó en julio en el Congreso.

Después vino la bronca estival por el «sí» de Soler al déficit del 0,3 % que llevó a cargos de Compromís a acusar al conseller de traicionar a los valencianos y primar el interés de su partido en el Consejo de Política Fiscal.

El acuerdo PSPV-Compromís no fue sencillo porque la coalición nunca hubiera aceptado una resolución que incluyera únicamente la senda de déficit del 0,3% (porque solo supone más deuda, algo que Compromís rechaza) ni probablemente los socialistas una retahíla de exigencias del socio tan extensa sin algo a cambio.

En la carta de reclamaciones valencianas que viajará a Madrid figura que el Gobierno ponga ya sobre la mesa una propuesta en materia de financiación, algo que se le exigió durante meses al Gobierno de Rajoy y que Montoro rechazó escudándose en que primero tenían que pactar las autonomías.

También tendrá que reclamar Puig a Sánchez la deuda derivada de la infrafinanciación (la deuda histórica) y comenzar a negociar que el Gobierno asuma un montante que se sitúa en más de diez mil millones. También que los Presupuestos del Estado de 2019 incluyan inversiones equiparables como mínimo al peso poblacional valenciano y una compensación por la insuficiencia inversora de los últimos años.

En la lista está también el déficit asimétrico para los valencianos, lo que crearía a Sánchez problemas en el resto de autonomías, adelantos del Fondo de Liquidez y del Fondo de Convergencia y reestructurar la deuda.