Los principales sindicatos de la sanidad pública recibieron ayer con frialdad las medidas anunciadas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para intentar rebajar las listas de espera quirúrgica que en el último corte trimestral estaban en una media de tres meses.

Por lo pronto, los sindicatos esperan que los anuncios de Puig, como un aumento de las compensaciones por operar en horario de tarde en el sector público o ser eficiente en la jornada laboral como condición previa para acceder a este plus se concreten «donde se tiene que hacer, en la mesa sectorial», según dijeron.

Desde esa precaución de estar solo «ante anuncios», los sindicatos consultados sí estuvieron de acuerdo en que el impulso que el gobierno del Botànic le quiere dar al autoconcierto (operar más en la pública con recursos propios) debe de pasar necesariamente por un aumento de plantilla para que funcione.

Así, la secretaria general de la Federación de Sanidad de CC OO, Rosa Atiénzar, recordó que operar más, necesariamente, no solo implicaba a los profesionales de quirófano sino a otras categorías que deberían aumentar.

«El sistema valenciano ha perdido desde 2010 unos 7.700 puestos, que es como cerrar dos departamentos de salud y eso afecta a las listas de espera. el gobierno debería hacer un esfuerzo por recuperar plantilla», aseguró Atiénzar que criticó que la «solución» a la abultada lista de espera para operarse se centrase «en el autoconcierto y el plan de choque (el desvío de pacientes a la privada).

«Mientras sea así y no se haga un cambio estructural del sistema, solo va a suponer un parche porque esto no es un problema coyuntural, sino estructural», aseguró.

En la línea de reclamar más personal para hacer realmente viable operar más en la pública se pronunció también la secretaria general del sindicato de Enfermería Satse, Mª Luz Gascó, que recordó que, al mismo tiempo que se operaba más se tendrían que reforzar otros servicios para «evitar un caos».

«Se tendrá que aumentar los profesionales de enfermería en hospitalización, o en las salas de despertar y también tendrá que haber más camas para ingresar a los operados por las tardes», apuntó Gascó, que pidió un «estudio serio» ya que el problema no es «tan simple como determinar cuánto se paga a los profesionales y qué condiciones deben cumplir». «No se puede acortar las listas de espera quirúrgica a costa del aumento y presión de trabajo de unos sectores, sin ningún tipo de compensación», añadió.

Por su parte, desde el sindicato CSIF, el presidente del sector de sanidad Rafael Cantó, pidió también más refuerzos para garantizar que el trabajo vespertino no afecte a la planificación del resto de equipos e insistió en que las medidas aún deben proponerse oficialmente «donde toca, en la mesa sectorial».

Sobre la condición de que solo podrán optar a trabajar por las tardes -y por tanto a cobrar ese plus- aquellos equipos «que cumplan con eficiencia su jornada laboral», desde los sindicatos defendieron la profesionalidad de los trabajadores de la sanidad pública y rechazaron que se estuvieran postergando operaciones solo para cobrar.

Para el secretario general del sindicato médico Cesm, Andrés Cánovas, «si se ha incluido en este sentido, debe ser una mera desinformación porque, de no ser así, sí podríamos hablar de ataque a los profesionales».

Para Cantó, por su parte, esta condición ya estaría incluida actualmente ya que quien hace autoconcierto «es quien cumple los mínimos de la productividad variable. Entendemos que nuestros profesionales ya son eficientes y eficaces».

Fuentes de la Conselleria de Sanidad defendieron que las actuaciones son, por ahora, «propuestas», y que aún se estaba trabajando «en el desarrollo del acuerdo», por lo que no se había concretado nada.