Con la legislatura en su recta final, el tripartito se dispone a chocar de nuevo. Esta vez con el estatuto de expresidentes. La posición de PSPV, Compromís y Podemos sobre los privilegios que asisten a los jefes del Consell cuando cesan en el cargo se va a convertir en un nuevo motivo de discordia.

Ayer acabó el plazo de presentación de enmiendas y los partidos se han retratado. Compromís ve con buenos ojos el texto de Podemos, cuya modificación del estatuto de expresidentes eliminaría todas las prerrogativas materiales de que disponen en la actualidad los exjefes del Consell.

En cambio, el PSPV busca mantener el estatus actual. Los socialistas quieren que los expresidentes tengan derecho a disponer de oficina, dos asesores, chófer y coche oficial y que sigan adscritos al Jurídic Consultiu como ahora.

También rechazan que tengan que presentar una memoria de actividades o que un tercio de las Corts puedan revocar los medios que tienen en caso de condena, como pide Podemos.

En la actualidad, los expresidentes valencianos tienen derecho a sueldo como miembros natos del Jurídic y a disponer de oficina, dos asesores y coche oficial. Solo Francisco Camps los utiliza en estos momentos. Mantener sus prerrogativas cuesta 140.000 euros al año. Camps nunca ha querido dimitir del Jurídic porque asegura que no puede dejar de ser expresidente. De los otros exjefes del Consell, Joan Lerma y Alberto Fabra son senadores, José Luis Olivas renunció al Jurídic y Eduardo Zaplana sigue entre rejas.

Compromís apoya casi en su totalidad la reforma y su única enmienda es para que los expresidentes abandonen el Jurídic, donde ahora son miembros natos, y pasen a integrarse en el Consejo Económico y Social (CES).

Segundo intento de reforma

El de Podemos es el segundo intento en esta legislatura para eliminar prerrogativas. El primero fracasó. PSPV y PP ya sumaron votos para impedir la reforma del estatuto. Podemos volvió a la carga y ha propuesto que pasen al CES por un período improrrogable de cinco años y establecer supuestos de revocación por parte del pleno.

Mientras, Cs propone un reconocimiento honorífico y abonar solo gastos justificados de representación, pero que los expresidentes no estén en el CES ni el CJC para despolitizar estos órganos. El PP ya se opuso en su momento a eliminar privilegios y nada indica que vaya a cambiar su posición.