Los próximos días 4 y 5 de octubre se celebrará en el Palau de les Arts de València la segunda edición del Congreso Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Tras la primera edición, celebrada en Antequera a finales de junio de 2017, esta se presenta con la novedad de una APP, disponible en la propia web del congreso para mejorar la experiencia de los asistentes y congresistas. La APP servirá información general de agenda, información sobre los ponentes e incluso pondrá en contacto a los asistentes para compartir sus impresiones.

En las dos jornadas se darán a conocer experiencias prácticas de Economía Circular, casos de buenas prácticas y de éxito en el ámbito de la correcta gestión de los RAEE, de la mano de expertos y profesionales, que servirán de punto de encuentro para intercambiar experiencias y fraguar colaboraciones.

Altamente contaminantes

Tal como explican los organizadores, los RAEE son los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos. El problema nace cuando estos aparatos pasan a ser residuos, ya que no están hechos por elementos biodegradables y son altamente contaminantes. Por eso, deberían desecharse en puntos limpios aunque no siempre pasa, pese a que estos puntos se han multiplicado de manera exponencial durante las últimas décadas en España. «Ahora, la excepción, es el pueblo que no tenga un Ecoparque», destacan.

Los organizadores de este encuentro son los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (Scrap), en colaboración con la Generalitat. La actividad de los Scrap, junto con la colaboración de los distintos actores que intervienen en el ciclo de vida del producto -consumidores, fabricantes, distribuidores y gestores-, ha permitido gestionar casi 247.000 toneladas de RAEE en 2017, lo que representa 5,30 kg por habitante. Esta cifra se suma a la tendencia creciente registrada en los últimos ejercicios. «Con este volumen España cumple los objetivos mínimos establecidos para este tipo de residuos en la vigente normativa europea», aseguran.

Además, una de las novedades de este año va a ser el desarrollo sostenible del evento, ya que se van a introducir criterios y buenas prácticas en materia de sostenibilidad, lo que permitirá reducir el impacto ambiental del acto. Además, el diseño de todos los aspectos relacionados con el Congreso redundará en numerosos beneficios ambientales, así como en la mejora de la imagen y de la proyección internacional del propio Congreso.