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La rebaja de tasas universitarias no revierte la mitad de la subida del PP

El anterior Consell popular elevó la matrícula en los grados una media de 410,88 euros en cuatro cursos, un 50 % más, mientras que el Govern del Botànic la ha abaratado en 176, 59 euros, una reducción del 14,4 % en los dos últimos ejercicios

La bajada de tasas universitarias fue una de las consignas más repetidas en la campaña electoral de las autonómicas de 2015 por los tres partidos que sustentan el Consell del Botànic. Tanto el PSPV como Compromís y Podemos prometieron revertir el «tasazo» de la Generalitat del PP que, en cuatro cursos (desde el 2009-10 hasta el 2014-15) encareció la matrícula de los grados en las cinco universidades públicas de la C. Valenciana una media de 410,88 euros. Una subida del 50,6 % que convirtió a la universidad valenciana en la cuarta más cara del país, ya que el precio medio por curso completo (60 créditos) paso de 812,52 a 1.223,40 euros.

La prometida rebaja de tasas del Consell del Botànic para los más de 104.000 estudiantes de grado de las universidades públicas valencianas no ha llegado hasta estos dos últimos años de la legislatura y ha sido prorrateada en dos cursos: un 7 % el pasado ejercicio y otro 8 % este. En total, el descenso acumulado es del 14,4 %. Esto hace que el coste medio de la matrícula en un curso completo sea de 1.046,81 euros, 176,59 menos de lo que debían abonar las familias cuando el PP dejó el Palau de la Generalitat tras 20 años en el poder.

La reversión del «tasazo» ejecutada por el Govern del Botànic estos dos últimos años, aunque no llega a la mitad del incremento decretado por el Consell del PP (lo aminora un 43 %) , vuelve a situar el precio medio de la matrícula de grado en la universidad pública valenciana por debajo de la media estatal tras siete cursos.

De la décima a la cuarta más cara

En 2012 la Generalitat del PP elevó las tasas universitarias de grado un 33,3 %, encareciendo la matrícula del curso una media de 302,88 euros. Eso convirtió a la universidad pública valenciana en la cuarta más cara de España, cuando en los tres cursos previos estaba entre la octava y la décima por precio.

En la anterior legislatura solo Cataluña (2.011,40 euros de media por curso completo, con un aumento del 92,6 %), Madrid (1.820 euros, un 81,4 % de subida) y Castilla y León (1.400,31, con un aumento del 44,2 %) tenían tasas más altas. La universidad valenciana se ha mantenido como la cuarta más cara de España durante cinco cursos, los tres últimos planificados por la Generalitat del PP (del 2012-13 al 2014-15) y los dos primeros desplegados por el Consell del Botànic (2015-16 y 2016-17)

Los másteres doblaron su precio

A esto hay que sumar que los másteres oficiales no habilitantes para ejercer una profesión que ofrecen las universidades públicas valencianas también se convirtieron en los quintos más caros con un precio de 2.772 euros por curso. La Generalitat del PP dobló estos precios entre 2010 y 2014 al encarecerlos un 111 %. Pasaron de costar 1.312,20 euros de media a valer 2.772, casi 1.460 euros más. La rebaja del 14,4 % de las tasas universitarias en dos cursos también se ha aplicado a los másteres.

Todos estos precios son en primera matrícula, pues en segunda y sucesivas se encarecen entre un 20% y un 100 %, llegando a ser hasta cinco veces más caros en cuarta matrícula. La rebaja de tasas, tanto de grado como de máster, solo se aplica en primera matrícula, penalizando pues a los repetidores.

Las consecuencias del «tasazo» fueron inmediatas: solo en los dos primeros cursos (2011-12, con un a subida media del 7,5 % y 2012-13 con el ya citado 33.3 %) la universidad pública valenciana llegó a perder más de 3.000 estudiantes. En septiembre de 2015, el conseller de Educación, Vicent Marzà, aseguraba que en los cursos 2013-14 y 2014-15 «7.000 alumnos habían sido expulsados del sistema universitario público valenciano».

El recorte de tasas en dos fases introducido por el Botànic supone destinar en dos años 25,6 millones de euros a compensar a las universidades la bajada de precios, pues el coste de los estudios que no asumen las familias lo debe aportar la Generalitat al tratarse de enseñanza pública. El 7 % de rebaja del pasado curso ha costado 8,5 millones de euros. El actual curso, en el que las tasas se abaratan un 8 %, la inversión será casi el doble, de 18,1 millones, para cubrir un descuento acumulado del 14,4 %.

Tanto la conselleria como el president, Ximo Puig, la última vez en las Corts esta misma semana durante el debate del estado de la Comunitat, insisten en repetir que la disminución de las tasas ha sido del 15 % en dos cursos. Sin embargo en realidad es del 14,4 %. Al no hacerse de una sola vez, el descuento del 8% aplicado este ejercicio no es sobre el 100 % de lo que costaba la matrícula hace dos cursos, sino sobre el 93 % del precio anterior ya que el año pasado ya se descontó un 7 %. Para llegar al 15 % en dos años, haría falta elevar la inversión en un millón de euros más.

Un 81,8 % más en becas en 3 años

La Conselleria de Educación, además de la infrafinanciación, justificó la demora de dos cursos en bajar las tasas ante la «urgencia» de atender a los estudiantes con menos recursos económicos. Para ello ha aumentado la inversión en becas universitarias, que este curso suman 30 millones de euros, 13,5 millones más (una subida del 81,8 %) con respecto a los 16,5 millones presupuestados en 2015 por el PP.

Este 2018, hay unos ocho millones más para becas que los 22 de 2017 (un 36 % más). Un esfuerzo que, según anunció Puig en las Corts el pasado martes, hace que «uno de cada tres estudiantes ya tenga este curso la universidad gratuita», en la red pública. Es decir, más de 34.320 universitarios.

Es cierto que la rebaja de tasas es una especie de beca a todos los alumnos independientemente de su nivel de renta. El mismo Marzà, en 2015, argumentaba su aversión al café para todos en el acceso a la universidad cuando el presupuesto del que disponía era escaso: «Bajar las tasas un 8 % supone una reducción en la matrícula de 80 euros por alumno, una cantidad que no soluciona el problema de acceso a la universidad de los estudiantes que no tienen recursos».

Exclusión de la red privada

Esta política de «bajar las tasas a aquellos que realmente lo necesitan» y que ningún estudiante no pueda acceder o «se quede fuera de la universidad por razones económicas», los lemas más repetidos por la conselleria, se tradujo en la concentración de todas las ayudas en los estudiantes de las universidades públicas desde el curso 2016-17. Así, un millón de euros de los 6,5 en los que se incrementaron las becas de la Generalitat dicho curso se obtuvo de la exclusión de más 3.000 alumnos de las cuatro universidades privadas de la C. Valenciana que hasta entonces recibían becas del Consell.

La estrella de la política de ayudas al estudio introducida por el Botànic, que este curso cumple su tercera convocatoria, son las becas salario ligadas a la renta para facilitar que el alumnado con pocos recursos económicos pueda estudiar en la universidad. Ofrecen a los estudiantes de primero de Grado de las universidades públicas, además de la exención de tasas, una paga de unos 600 euros (55,2 menos que el salario mínimo interprofesional) cada mes lectivo. Es decir, seis mil euros por curso.

La inversión prevista en becas salario para el curso que comenzó el pasado lunes es de 14 millones de euros, seis más que el anterior, lo que se traduce en un aumento de la dotación del 76 %. Este incremento facilitará que el número de beneficiarios supere los 3.000 entre los alumnos que acceden a ellas por primera vez y los de las dos convocatorias previas que la mantienen al aprobar y pasar de curso.

Malestar en las universidades

No obstante, la alegría no es completa en las cinco universidades públicas. Pese a que la Generalitat lanzó en julio de 2017 la promesa de reducir un 8 % la matrícula este curso 2018-19, el pleno del Consell no ha aprobado dicha rebaja de tasas hasta este viernes. Por tanto, aún no se ha publicado en el Diario Oficial (DOGV). Esto ha suscitado malestar en las universidades porque cuando matricularon a sus alumnos en julio no pudieron informarles de los precios a abonar. De hecho, la Comunitat es la única de las 17 autonomías que no ha publicado las tasas de este curso, si bien es la tercera que más las baja tras Asturias y Baleares, que las recortan un 10 %.

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