Convertir la paja del arroz en un recurso, y no en un residuo. Ese es el objetivo que persigue el Plan de Gestión de la Paja de arroz 2018 que se ha presentado esta mañana en la Conselleria de Agricultura y que consiste en "reducir la materia orgánica derivada de la gestión de la paja como un subproducto del cultivo del arroz que provoca fisiopatías sanitarias en los arrozales" mientras "se reduce progresivamente el impacto de las emisiones en la atmósfera y posibles afecciones en la salud de las personas que pueden derivarse de la incineración de la paja del arroz".

Para reducir las emisiones de CO2 el plan divide los cultivos en dos zonas, la A y la B, para que se "turnen" en la quema. Como ya avanzó Levante-EMV este año quemará la zona B (comarca de La Ribera) mientras que la A (Ribera, l´Horta y València) realizarán la recogida de la paja del arroz en colaboración con la consellería, las entidades agrarias y los ayuntamientos, "tras la adjudicación de un concurso que aún está en fase de licitación". El próximo año, se procederá a la inversa. El plan tiene una duración de 4 años.

El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero ha presentado el plan haciendo hincapié en la idea de "aplicar el principio de la economía circular, es decir, convertir el residuo en un recurso y abrir un mercado para la paja del arroz más allá de ñla ganadería porque, aunque ahora son los que se quedan toda la paja del arroz, ésta tiene múltiples usos".

Sin embargo, la quema del residuo es una realidad y para mejorar la organización, Rodríguez Mulero ha presentado una nueva herramienta: una aplicación de móvil que evalúa el riesgo en función de unos parámetros que marca la climatología. "Así el agricultor consulta la aplicación y sabe en qué franja horaria del día puede quemar (porque está en verde) y en qué horas no debe hacerlo (se marca en naranja y rojo)", ha explicado tras reclacar que la App Quepar (elaborada por CEAM) está en funcionamiento, aunque en período de pruebas durante dos semanas.

El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Fran Quesada, por su parte, ha asegurado que el futuro "será no quemar nada" pero ahora "debemos organizarnos, realizar la quema de forma controlada y fomentar la recogida, incluso en las zonas donde esté autorizada la quema". El plan ha contado con la colaboración "de todos los agentes implicados".