El PSPV maneja una encuesta interna, realizada en julio pasado, que pronostica que el partido de Ximo Puig sería la primera fuerza en la C. Valenciana de realizarse elecciones. Los socialistas se situarían por encima de los populares, algo que no sucede en unos comicios autonómicos desde 1991, hace 27 años.

No obstante, el sondeo tampoco da unos resultados como para lanzar las campanas al vuelo con respecto a la posibilidad de recuperar la hegemonía política. La diferencia con los populares estaría en dos puntos, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.

El PSPV se movería en el 26 % en cuanto a estimación de voto, mientras que el PP de Isabel Bonig se quedaría en el 24 %. Es un descenso sensible para el partido que gobernó la Generalitat durante veinte años: en 2015 fue el más votado con casi el 27 % de los sufragios. Los socialistas, por su parte, lograrían el avance más considerable, ya que entonces se quedaron en el 20,8 %.

La encuesta sí que da cierta tranquilidad con respecto al mantenimiento del liderazgo del bloque de izquierdas (PSPV-Compromís-Podemos) sobre el de centro-derecha, una tendencia que se repite en los diferentes trabajos demoscópicos realizados en los últimos años por distintos medios de comunicación.

Los socios del Botànic aumentarían, según el sondeo, su ventaja. Pasarían a sumar el 53 % de las papeletas en total, mientras los rivales no pasarían del 38 %.

El sondeo de los socialistas señala un ligero crecimiento de Compromís, el partido con el que comparte el gobierno de la Generalitat. Los valencianistas pasarían a obtener un 20 % (18,7 % en 2015). En marzo pasado, el Bloc, principal fuerza de la coalición, difundió una encuesta que situaba a esta como primera fuerza con entre el 25 y el 27 % de los votos, ligeramente por encima de Ciudadanos. El PSPV se quedaba entre el 17 y el 19 %. El análisis último de los socialistas da, por tanto, un giro total a esos pronósticos.

El elemento fundamental que no estaba sobre el tablero en marzo es el cambio en la Moncloa, tras el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy y el apoyo del Congreso de los Diputados a Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno.

La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de finales de julio, la primera tras el recambio en el poder, ya auguraba un ascenso importante del PSOE con respecto a estudios anteriores. Situaba a los socialistas en el 29,9 %.

El sondeo del PSPV ya recogería ese efecto Sánchez y sus pronósticos estarían en la línea de los del CIS. El 26 % en la Comunitat Valenciana es homologable al 29 % si se tiene en cuenta la relevancia aquí de Compromís. Es la lectura que realizan dirigentes socialistas valencianos.

El damnificado dentro del bloque de la izquierda es Podemos, que se situaría en torno al 7 % en estimación de voto, por debajo del 11,5 % de las elecciones de mayo de 2015.

En el centro-derecha, Ciudadanos subiría (obtuvo un 12,6 % en los últimos comicios), pero no tanto como lo vaticinado en el estudio del Bloc. Se quedaría alrededor del 14 %. El dato confirmaría el descenso en la intención de voto de los de Albert Rivera tras la moción de censura y el alejamiento en el tiempo del estallido de la crisis catalana.