"De la acción a la palabra" es la historia del testimonio y de la denuncia en Médicos Sin Fronteras (MSF). Una exposición fotográfica y audiovisual que recorre los más de 45 años de la organización humanitaria y que, desde hoy hasta el 13 de enero acoge el Museo de Ciencias Naturales de València.

La muestra, inaugurada por Mila Font, delegada de MSF en la Comunitat Valenciana (junto a Xavier Casero, pediatra con experiencia en proyectos de MSF, Gloria Tello, concejala de Cultura y Margarita Belinchón, directora del Museo), realiza un recorrido por diferentes momentos en la historia de MSF en los que la organización humanitaria ha prestado testimonio a sabiendas de que enfrentaba al dilema de elegir callar para poder seguir prestando asistencia médica, o hablar y correr el riesgo de ser expulsada del terreno.

En 1999 James Orbinski, el que fue presidente internacional de MSF, lo dejó claro: "No estamos seguros de que la palabra siempre salve vidas, pero sí sabemos con certeza que el silencio mata". Una idea que marcó el nacimiento de MSF cuando se desvinculó de la Cruz Roja Internacional durante la guerra de Biafra (Nigeria).

Ahora MSF mantiene ese lema insistiendo en la idea de seguir haciendo uso de la palabra para denunciar los "abusos de poder" a los que llevan haciendo frente desde hace más de 45 años en Nigeria, Etiopía, Somalia, Ruanda, Bosnia, Chechenia... Igual que lo hacen ahora en Siria o Yemen, con las muertes en el Mediterráneo (que ascienden ya a 13.000 desde 2015 -solo en el último año se registraron 1.130 víctimas-) y con los ataques a la misión médica (em 2016 fueron 74 los ataques a 34 estructuras médicas de MSF, 32 de ellos en Siria y cuatro en Yemen).

"Las reglas de la guerra han cambiado", ha explicado Font durante la inauguración al asegurar que en los dos últimos años han pasado de ser "inevitables" a "algo perversamente aceptable" en las guerras. "Con estos ataques a los centros médicos se demuestra que el nuevo objetivo son los civiles, el 90 % de las víctimas mortales de una guerra", ha incidido.

Quienes visiten la muestra podrán ver, a través de quince paneles informativos equipados con medios audiovisuales esta tarea de MSF que "ha servido para dar testimonio y para concienciar", ha indicado Tello. Y es que, según apuntó la edil, el testimonio (recogido por el museo municipal, que actúa como altavoz del terror de las guerras) "puede salvar vidas" ante una Europa "que cierra las puertas" mientras el Mediterráneo se convierte "en un cementerio común".