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Patrimonio

¿Cómo se restaura un Monumento Histórico Nacional?

Las fuertes precipitaciones del pasado miércoles derruyeron una parte del muro de los Silos de Burjassot, declarado Bien de Interés Cultural

«Veían a poca distancia los famosos Silos de Burjasot, gigantesca plataforma de piedra, cuadrada meseta, agujereada a trechos por la boca de los profundos depósitos, y en la cual hormigueaba un enjambre alegre y ruidoso:corros en que sonaban guitarras, acordeones y castañuelas acompañando alborozados bailes», así describía Vicente Blasco Ibáñez en 1894 a la emblemática estructura medieval valenciana en su novela «Arroz y Tartana».

La construcción de los Silos de Burjassot se inició en 1573 en un contexto marcado por la hambruna que puso de manifiesto la necesidad de almacenar trigo. De este modo, los mejores picapedreros de la ciudad empezaron a levantar lo que hoy se considera el granero de València, pues en sus más de 40 silos se almacenaron miles de kilogramos de este cereal.

Sobre sus losas se han celebrado conciertos y se han disparado fuegos artificiales. El paso del tiempo ha hecho del patio de los Silos un enclave identitario social y cultural. En él, los niños hacían volar sus cometas y los mayores se reunían tras la puesta de sol. Sirvió de refugio en la Guerra Civil y sobrevivió a numerosos conflictos bélicos territoriales. Tras más de 500 años de historia, la lluvia acabó por derruir parte del muro de esta construcción declarada Monumento Histórico Nacional y Bien de Interés Cultural.

Las precipitaciones de la madrugada del pasado miércoles provocaron que una parte de su muro se derrumbara, desplazándose más de 60 centímetros, y abrieron un debate: ¿Cuál es el procedimiento que se debe aplicar para restauran un edificio protegido y de quién depende?

Tras el desprendimiento, se inició la comunicación entre el Ayuntamiento de Burjassot y la Dirección General de Inspección del Patrimonio, que definió tres líneas de actuación. Además, el carácter de urgencia del suceso, tipificado en la Ley de Patrimonio Histórico, otorga potestad a la Generalitat Valenciana para realizar contrataciones directas sin someterse a los plazos establecidos en la Ley de Contratos del Sector Público. Según Antonio Collado, director del Instituto Municipal de Cultura y Juventud de Burjassot, «los procesos de licitaciones son muy largos».

Retirada de material

Inicialmente, se elaboró un plan de retirada de todos los materiales desprendidos, como losas, piedras y sillares, los cuales se han guardado en dependencias municipales para evitar que se produzca alguna pérdida.

Tras la recuperación de todas las piezas ornamentales y arquitectónicas que tenían los Silos, como el banco del perímetro, los canales y las gárgolas de desagüe, y que contó con la supervisión de un arqueólogo, se procedió a su clasificación para su posterior reutilización.

Según fuentes municipales, «la toma de datos de la fase de retirada servirá para dimensionar las necesidades de reconstrucción». El coste económico de la ejecución de esta fase es asumido por el consistorio municipal.

Una lona protectora

El plan de estabilización, en palabras de Collado, «es muy sencillo», ya que consiste en el apuntalamiento de la zona afectada para que no se produzca ningún desprendimiento adicional. Del mismo modo, también se instalará una lona ilustrada con la figura del muro para que lo proteja y dé continuidad a la estructura.

El proceso reconstructivo seguirá la línea de actuación estipulada por la directiva general de patrimonio. Esta apunta a que se construirá un muro de contención interior a base de hormigón que permitirá «contener otros futuros posibles desprendimientos», apunta Antonio Collado, quien explica que el muro se repondrá utilizando los materiales y técnicas originales. De este modo, se procederá a la reconstrucción de la parte dañada utilizando el sistema de fijación por gravedad.

El Ministerio de Fomento, por su parte, se ha comprometido a incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2019 un plan de rehabilitación integral de los Silos. Por tanto, para el Ayuntamiento de Burjassot el futuro desafío será esclarecer el debate sociocultural sobre el uso que tendrá el monumento. Desde el consistorio defienden que este debe ser entendido como un «contenedor social».

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