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Altos cargos

Más de la mitad de altos cargos tienen carné del PSPV o de Compromís

Presidencia es la que aglutina más afiliados e Igualdad es la conselleria con más independientes entre los cargos de confianza

Militar en un partido o ser un destacado simpatizante es un salvoconducto para llegar lejos en política y, en concreto, para acceder a un cargo de relumbrón.

El carné no lo es todo, pero sí ayuda. No solo en los tiempos del PP, sino también en la era del Botànic. Así, al menos lo demuestra la radiografía del centenar de altos cargos que conforman la materia gris de las conselleries.

El análisis realizado por Levante-EMV revela que la mitad de los miembros del segundo escalón tiene acreditada militancia en el PSPV o en Compromís. No todos, pero sí muchos de ellos ocuparon en el pasado cargos electos, bien en las Corts, bien en ayuntamientos valencianos.

Son en total 56 políticos y políticas que, al margen de su actividad y formación profesional, han logrado un hueco en la Administración de la Generalitat, bien como en secretarías autonómicas, direcciones generales o subsecretarías en buena medida por su vinculación al partido. El resto, bien son independientes, bien tienen afinidad con las formaciones que integran el gobierno, aunque nunca formaron parte de una lista electoral o trabajaron directamente en la organización.

El debate sobre si los gobiernos deben sostenerse a partir de ciertos niveles en independientes es antiguo y cada partido lo ha resuelto a su manera. Cabe apuntar que al margen de las intenciones, el Botànic ha tenido problemas para captar a profesionales y llevárselos a la Administración.

Los bajos sueldos y la estricta ley contra las puertas giratorias aprobada esta legislatura han sido un inconveniente insalvabable en muchos casos. Al último gobierno del PP, también le ocurrió. Tras una etapa en la que los populares presumieron de numerosos fichajes del mundo privado, los problemas judiciales por la corrupción hicieron que muchas personas declinaran ofertas.

El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quiso concurrir a la elecciones con independientes en sus listas, fichajes de personas que habían destacado en su campo y no estaban vinculadas a la causa socialista. Una manera de ofrecer un proyecto de gobierno al margen de las siglas y del partidismo.

En su cuota de consellers, fichó a la fiscal y exportavoz del Poder Judicial, Gabriela Bravo. Ella, junto con la titular de Agricultura, Elena Cebrián, son las independientes de la primera línea, si bien la segunda no descarta dar el paso e integrarse en alguno de los partidos que forma la coalición.

Aunque en todas las conselleries hay cargos con carné, su proporción varía y es acorde con la especialización de cada departamento.

Presidencia, el departamento político por excelencia, tiene en nómina un total de quince cargos, de los cuales nueve han tenido una militancia destacada y han ocupado diferentes cargos electos en el pasado. Todos están vinculados al PSPV, dado que Presidencia quedó «a salvo» del mestizaje.

La segunda conselleria con más militantes en puestos claves de gestión es Economía. Siete de los nueve altos cargos tienen una vinculación directa con partidos. En el cómputo global, el segundo escalón es más «socialista» que nacionalista: de los 56 militantes, 30 empuñan la rosa. Las conselleries con más proporción de independientes son Igualdad y Educación.

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