El pulso por ver quién empuña con más fuerza la bandera política de la eliminación de las diputaciones para alcanzar esta meta.

Cada uno de las tres formaciones que conforman el pacto (PSPV, Compromís y Podemos) defiende una vía para vaciar o eliminar las diputaciones. Están de acuerdo en que los organismos provinciales suelen ser nidos de opacidad, corrupción y clientelismo, duplicidad de servicios y en la necesidad de superar el actual modelo provincial. Pero discrepan en la fórmula más adecuada.

Compromís propuso ayer un camino nuevo, inexplorado hasta ahora. Abrir el debate sobre las diputaciones en el Congreso y que la misma mayoría que llevó a Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno permita reformar la ley de Bases Régimen Local. De esa forma cada territorio podría decidir si quiere o no diputaciones, algo que permite la Constitución. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, está convencido de que es la vía más rápida para meter mano a las diputaciones y eliminarlas.

Mientras, el PSPV cree que la solución está en la ley de Gobiernos Locales que promoverá el Consell desde Presidencia y que las Corts deberían aprobar esta legislatura, según la previsión socialista. El síndic, Manolo Mata, defiende que esa norma es más ambiciosa, razonable y ajustada a derecho que cualquier propuesta del resto de partidos para coordinar las diputaciones. Mata sostiene que solo una reforma constitucional permitiría a cada territorio decidir su forma de organización.

Competencias provinciales

En cambio, la propuesta de Podemos plantea que una ley de las Corts fuerce que las competencias provinciales pasen directamente a la Generalitatpara que el máximo órgano del autogobierno decida cuáles asume y cuáles delega en los municipios.

Pero la propuesta de Podemos no gusta a los socialistas. El presidente de la diputación, Toni Gaspar, ya dijo hace unos días que estaba llena de contradicciones. Fuentes socialistas creen que jurídicamente no aporta nada nuevo porque lo que plantea Podemos ya está en el Estatut.

Los socialistas ya se desmarcaron hace dos semanas en el debate de Política General de la propuesta de Podemos, que sí apoyó Compromís, y que defendía que las competencias de las diputaciones las asumiera la Generalitat.

Pero Podemos también es crítico con la ley de Gobiernos Locales que promueven los socialistas y el partido que lidera Antonio Estañ reprocha al PSPV que la norma lleva dos años esperando en el cajón.

Por su parte, la coalición que en las Corts dirige Fran Ferri sostiene que eliminar las diputaciones no se consigue ni con la ley que Podemos ha presentado en las Corts ni con la que está elaborando el Consell. De hecho, Compromís presentará enmiendas a la norma de Podemos, al menos una para que se incorpore una cláusula que recoja que la normativa que se apruebe en las Corts será temporal hasta que se produzca la modificación de la ley de Bases, que es donde Compromís tiene depositadas todas sus esperanzas de avanzar en esta cuestión.

Ferri también se mostró partidario ayer de que la comisión para una amplia reforma del Estatut que tiene activada las Corts incluya una nueva estructura territorial valenciana sin diputaciones.

Ejes de la ley de Gobierno Local

Mientras, el PSPV sustenta su Ley de Gobiernos Locales en un nuevo modelo de competencias autonómico que regulará las de las diputaciones, pero insiste en que debe ser de forma realista. Lo que buscan los socialistas con esa norma es dotar al Consell de una herramienta de coordinación clave, como la de aprobar planes sectoriales que vinculen y obliguen a las diputaciones provinciales.

Además, las competencias propias de las diputaciones se ejercerán en régimen de autonomía, pero atendiendo siempre a la debida coordinación en su programación y ejecución con las demás administraciones públicas.

Y en los municipios de menos de 20.000 habitantes se tenderá a que los servicios públicos como recogida de residuos, agua potable, limpieza o alumbrado las realicen mancomunidades o consorcios, de forma que se priorice esta fórmula de colaboración.

En esencia, un nuevo pulso en el Botànic por las diputaciones.