El Sistema Nacional de Salud (SNS) contó en 2016 con un total de 4.917 camas menos en funcionamiento con respecto al año 2010, lo que supone una reducción del 4,26 % (115.426 frente a 110.509).

En la Comunitat Valenciana, la bajada se ha mantenido en torno a la media nacional, al registrar un 4,57% menos camas que hace ocho años: si en 2010 había 10.525, en 2016 la cifra cayó a las 10.044 camas.

Así lo recoge un informe de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC OO (FSS-CCOO), elaborado con los últimos datos oficiales del Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con respecto al número de camas disponibles en centros del SNS, el número de instaladas ha bajado de las 125.280 en 2010, al 122.484 en 2016, lo que supone una variación negativa de 2.796 (2,23%). Además, casi el 10 por ciento del total de camas no está en funcionamiento: 11.975. Si contamos solo las que están habilitadas, hay 2,38 camas por cada 1.000 habitantes, mientras que en 2010 eran 2,51.

Las diferencias entre comunidades, de nuevo, son resaltables. Mientras que Extremadura y Castilla-La Mancha cuentan con un 10 por ciento de camas en funcionamiento menos que en 2010 (9,67% y 8,64%, respectivamente), Murcia o La Rioja han sido las que más han incrementado sus cifras (10,45% y 18,13%, respectivamente). «Ahora mismo, todos los ciudadanos de España no tienen las mismas posibilidades.

Las diferencias son abismales entre comunidades en categorías como gasto o listas de espera quirúrgica», ha criticado en rueda de prensa el secretario general de FSS-CC OO, Antonio Cabrera, tras la presentación de los primeros datos del informe, en el que también se aborda el gasto sanitario, el farmacéutico o la inversión anual.

Habitaciones de cuatro camas

Coincidiendo con el informe, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, dio ayer a conocer las obras que se habían ejecutado este verano en el Hospital General de València para reconvertir habitaciones de tres y cuatro camas de las salas de Cirugía General en el pabellón A y de Medicina Interna en el pabellón B en habitaciones dobles e individuales.

Las obras, en las que se han invertido más de 560.000 euros, suponen la cuarta fase del plan de modernización que está llevando a cabo el hospital para eliminar estas habitaciones múltiples de forma progresiva y aprovechando los veranos para interferir lo menos posible.

En la próxima fase se reformarán las siete habitaciones de estas características que aún quedan.