De nuevo, el PSPV de Ximo Puig mantiene una posición opuesta a la del PSOE de Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. De nuevo, Blanqueries defiende un criterio diferente al de Ferraz. De nuevo, ximismo y abalismo. De nuevo, tras un periodo de sosiego, quedan desnudas las discrepancias que quedaron claras en el proceso de elección de los líderes del partido. El foco de conflicto está ahora en Ontinyent, con el intento del alcalde, el investigado Jorge Rodríguez, de renovar el cargo y el portazo recibido de Ferraz después de que el PSPV de país diera luz verde al expresidente de la Diputación de València.

El líder del PSPV, Ximo Puig, discrepó ayer de la decisión de la secretaría de organización del PSOE, en manos de Ábalos. «Yo la respeto, aunque no la comparto», dijo ayer el presidente de la Generalitat al ser preguntado.

«Es la decisión que ha tomado quien corresponde y es su decisión, pienso sinceramente que en estos momentos de lo que se trata es de saber exactamente qué hay en ese sumario», añadió. Se refería a la investigación de la operación Alqueria, la de las contrataciones de altos directivos en Divalterra, por la que Rodríguez fue detenido y, como consecuencia, suspendido cautelarmente de militancia, al tiempo que dimitía de la diputación pero mantenía la alcaldía de Ontinyent tras delegar funciones unos días.

Blanqueries sabe del agujero en Ontinyent sin el actual primer edil. El 100 % de la agrupación firmó hace unos días su apoyo. Ayer mismo, la ejecutiva comarcal de la Vall d'Albaida se ponía del lado de Rodríguez. La postura, así, del equipo de Puig fue acogerse a que el cuestionado no ha rebasado la línea roja de la apertura de juicio oral. Daba luz verde a su candidatura, a la espera de lo que pueda revelar el sumario una vez se levante el secreto.

Ese argumento reiteraba ayer Puig. Y uno más: «Esta decisión yo creo que no es irreversible». En la misma línea se pronunciaba Blanqueries después de algunos contactos con el entorno del alcalde de Ontinyent. Este considera que el escrito recibido de Ferraz «no es una resolución oficial», de manera que está decidido a agotar todas las vías para ser candidato del PSPV. El plazo finaliza mañana. Se verá.

Rodríguez tiene el arma del apoyo en bloque del grupo socialista en el consistorio (incluida la diputada provincial Rebeca Torró), lo que pone muy difícil al PSPV confeccionar una lista alternativa, a no ser con paracaidistas (de otros municipios). Todo ello en perjuicio de un resultado electoral que podría tener consecuencias dramáticas sobre el gobierno de la diputación.

No obstante, la secretaria general de los socialistas en la provincia y mano derecha de Ábalos, Mercedes Caballero, dejaba claro que el PSPV «no entiende de personalismos» y presentará candidaturas en todos los municipios de la provincia.

Añadió que Ferraz se ha limitado a aplicar el reglamento. Y según este, el alcalde «no cumple los requisitos para formalizar su candidatura a las primarias». «Las circunstancias no han cambiado y el compañero sigue suspendido de militancia», dijo.

Caballero ve una puerta abierta: pedir suspender las primarias y acordar la designación directa de un candidato. Permitiría ganar tiempo para ver si se conoce el sumario. Recordó al respecto que pidió a Blanqueries un calendario propio de primarias para Ontinyent. No obtuvo respuesta, dijo.