El pleno del Ayuntamiento de València aprobó ayer una declaración institucional en defensa del soterramiento de las vías del tren desde la salida del túnel de Serrería hasta las Moreras. Se considera una infraestructura esencial para desarrollar el PAI del Grao y conectar la ciudad con los poblados marítimos, además de ser una pieza esencial para el futuro corredor mediterráneo.

El ayuntamiento, además, está dispuesto a contribuir a la financiación de los 78 millones que cuesta el proyecto, en consonancia con el convenio de 2003 en el que se establece que el consistorio y la Generalitat abonarían el 25 % cada uno y el Estado el 50 %.

En este caso no ha habido diferencias ideológicas ni conflicto político. Todos los partidos han aprobado esta declaración institucional, que se produce además en el momento de mayor presión empresarial por el corredor mediterráneo. Se considera, así mismo, esencial para el desarrollo del PAI del Grao, cuyo proyecto ya ha sido presentado por el ayuntamiento.

Las alternativas

Así pues, el documento aprobado ayer declara «la prioridad institucional y la urgencia de la prolongación del túnel ferroviario de Serrería, adoptando como mejor solución de integración urbanística, racionalidad económica y optimización temporal la alternativa 2 del estudio de viabilidad técnico-económica» elaborado por Adif en 2014.

Concretamente, se trata de soterrar las vías desde la Avenida de Francia hasta la Avenida de las Moreras-Profesor Primo Yúfera, cuyo coste de ejecución es de 78 millones de euros.

La alternativa 1 era no soterrar las vías y hacer pasos elevados; y la 3 prolongaba el túnel de Serrería hasta la carretera del Saler con un coste de 126 millones de euros. Pero según dijo ayer el alcalde de València, Joan Ribó, esa tercera opción ha sido aparcada entre otras cosas porque choca con el plan de protección de la huerta y no es necesaria.

También se aprobó requerir a ADIF de manera inmediata la redacción del proyecto técnico de soterramiento de las vías, ya que «necesariamente es el primer paso en cualquiera de los acuerdos posibles y su disponibilidad permitirá aprobar la licitación y materializar las obras».

Queda pendiente la financiación, para lo cual se proponen conversaciones con Fomento y con la Generalitat. El convenio de 2003 repartía las cargas a razón de 25, 25 y 50 por ciento para Ayuntamiento, Generalitat y Estado, y llegado a este punto Joan Ribó está de acuerdo en participar de esa financiación.

Hablar de financiación

Según explicó el alcalde, que expresó su satisfacción por tener el apoyo de todos los grupos en la declaración institucional, esta obra debe estar vinculada al corredor mediterráneo físicamente y también en cuanto a financiación.

«Es una cosa a negociar, pero nosotros queremos que haya una participación europea, del Estado y de todas las instituciones y que no recaiga únicamente en la ciudad de València, lo cual no quiere decir que el ayuntamiento no tenga que aportar su parte». «Lo urgente es redactar el proyecto y a partir de ahí hablamos, siempre en el marco de corredor mediterráneo», recalcó.

Por su lado, la portavoz de València en Comú, María Oliver, que había propuesto que el ayuntamiento asumiera los 78 millones del presupuesto en diez años, dijo que quieren un proyecto viable y con unos plazos.

«Sabemos que en el pasado Adif descartó esta infraestructura, nos lo dijo en dos ocasiones, desconfiamos de que el ministerio lo saque adelante, queremos que las inversiones lleguen a València, estamos asumiendo una inversión en la V-21 que pensamos que es innecesaria y pensamos que es negociable que las inversiones de esta ciudad vayan donde la ciudad quiere. Y por supuesto el resto de administraciones podemos participar. Nosotros creemos que es el ayuntamiento el que tiene que asumir el liderazgo», recalcó.