«Diálogo» y una «pacífica ejecución del fallo». Eso es lo que esperan ahora desde la Universidad Católica de Valencia tras conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que les da la razón y ampara que sus estudiantes de Ciencias de la Salud puedan volver a hacer sus prácticas en hospitales públicos dos años después del «destierro» impuesto por el Consell del Botànic.

El rector de la Universidad Católica, José Manuel Pagán, fue el encargado ayer de ondear la bandera de la paz ante la administración pese a que, desde la Conselleria de Sanidad todavía se desconoce si habrá o no recurso a la sentencia que les obliga a volver a firmar los convenios de colaboración en cuatro meses y que agujerea la nueva organización del sistema de prácticas.

«La UCV está a disposición de la Conselleria de Sanidad para establecer el diálogo que permita avanzar en la formalización de los convenios», anunció Pagán a través de un comunicado. «Nunca hemos perdido nuestro fin de alcanzar un diálogo abierto, de lealtad institucional con la Generalitat», abundaba el rector en un escrito en el que, desde la universidad privada, destacaban cómo la resolución judicial «avala los derechos de los alumnos de Ciencias de la Salud de la UCV en los hospitales públicos». «La resolución del TSJ hace sólida nuestra reivindicación de los derechos de los alumnos de UCV en el plano de igualdad con respecto a las universidades públicas, si bien nuestra voluntad nunca ha sido conseguir este reconocimiento a través de la vía judicial, sino en el entendimiento entre la Generalitat y la Universidad».

En el mismo sentido, el rector de la Católica aseguraba que los alumnos de esta universidad privada de ramas como Medicina, Enfermería o Logopedia tienen «el mismo derecho a aprender las habilidades con las que van a trabajar como futuros profesionales en el sistema público y privado y, por tanto, el derecho a que se les facilite la misma formación en beneficio de la calidad asistencial».