Evitar la extensión de superficie de regadío en zonas con estrés hídrico. Esta es una de las máximas del dictamen que aprobará hoy en les Corts la comisión de Medio Ambiente tras más de dos años de estudios y escuchar la opinión de medio centenar de expertos. Un estudio realizado por una subcomisión y que recoge alrededor de una treintena de propuestas.

¿Cuál es la opinión de los sindicatos agrarios de la Comunitat sobre esa limitación? Para la Unió, en palabras de su secretario general, Ramon Mampell, a Levante-EMV «hay que partir de la base de que las tres cuencas de la Comunitat Valenciana (incluyendo la del Ebro) son muy deficitarias. Lo que creemos es que entre todos hay que poner orden regularizando los regadíos haciendo cultura y educación sobre los recursos y lo poco que tenemos. Y no solo por la agricultura sino también por la población que se abastece de agua. Por tanto, esto hay que tenerlo regulado y racionalizado. A nosotros no nos gusta que siempre esté la batalla política detrás, nosotros queremos que todo sea racionalizado y todas las aguas que puedan ser aprovechadas se aprovechen y todo pasa por la educación: que la sociedad sea consciente de los pocos recursos que tenemos y enseñarle a gestionarlos».

Ava-Asaja, por su parte, y en palabras de su secretario general, Juan Salvador, se muestra favorable ante la no extensión de las zonas de regadío más allá del tradicional. Sin embargo, abogan por «recuperar las más de 160.000 hectáreas de regadío abandonadas en la Comunitat». Además, afirma que «el agua nunca debe faltar y hay que dar apoyo a las zonas de secano que sufren sequía».

Muy por debajo de la media

El agua embalsada en los pantanos de la cuenca del Segura está esta semana al 21,8 por ciento de su capacidad total, 31,3 puntos por debajo de la media española, mientras que los embalses del Júcar están al 28 %, 25,1 puntos por debajo de la media.