Es el sueño, no de todo el mundo pero sí de mucha gente: retrasar el actual límite de la esperanza de vida que ronda los 80 años y poder vivir más allá. Eso sí, en las mejores condiciones posibles.

Los últimos descubrimientos científicos que están abriendo la puerta a conseguirlo se abordarán entre hoy y mañana en València en el decimoséptimo Congreso Internacional de Medicina Antienvejecimiento que se celebra de forma simultánea con el congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y longevidad. En total, un centenar de expertos que debatirán, entre otras cuestiones, sobre genética y epigenética o la importancia de la microbiota y los alimentos pre y probióticos. «Hasta ahora se sabía de la importancia de comer bien y de absorber bien los nutrientes de lo que comíamos, ahora se ha visto que, además, si tenemos los microbios adecuados en nuestro intestino grueso nos ayudan a mejorar la salud», explica el catedrático en Fisiología y presidente del comité organizador del congreso, el profesor José Viña.

Una parte importante de las ponencias se centrarán en el ejercicio y en conseguir una estabilidad neuroemocional, dos de los «pilares» en la búsqueda de la longevidad. El secretario de la Federación Iberolatinoamericana de Medicina Antienvejecimiento, Juan Carlos Méndez, los compendió ayer como vía para vivir más: «alimentación, ejercicio físico, sueño, equilibrio neuroemocional y estar motivado en la comunidad».

«Lo suscribo totalmente aunque estamos viendo que, por ejemplo, no todo el ejercicio sirve. Cuanto más especializado y personalizado mejor, como la alimentación», apuntó Viña que recordó que cada persona necesita un aporte diferente, incluso la misma persona en diferentes etapas de su vida. «En Europa hay un 40 % de mayores de 65 años que están desnutridos de proteínas por varios factores. Ahí hace falta ejercicio pero también suplementar», añadió.

El control inteligente del estrés, es además otro de los puntos clave, trabajar en el aspecto neuroemocional. Sobre el estrés, de hecho, se hablará durante la jornada del sábado con intervenciones como la del doctor Méndez. Para Viña, el alargar nuestra esperanza de vida hasta los 115 o 120 es una «aspiración» en la que jugará un papel primordial el control de enfermedades directamente relacionadas con el envejecimiento como el cáncer.

Juventud por dentro, y por fuera

El abordaje puramente científico de cómo «modelar» nuestro envejecimiento desde la fisiología o la biomedicina se complementan en este congreso con un apartado totalmente dedicado a la medicina y cirugía plástica que tendrá también una importante presencia en el congreso con una sala específica.

En ella, entre hoy y mañana se expondrán los últimos avances en medicina regenerativa, utilización del láser, bótox o hilos tensores, la lipoescultura de rostro e incluso la estética genital antienvejecimiento.