El amplio dispositivo policial que tiñe de azul oscuro el centro de València desde primeras horas de hoy ha estado compuesto por 855 agentes durante los actos de la mañana y 815 en los de esta tarde. En realidad, son 815 policías nacionales, entre uniformados y de paisano, que han doblado turno para trabajar todo el día de manera ininterrumpida y a los que se habían sumado por la mañana 40 agentes de la policía autonómica, quienes finalizaron su jornada tras concluir la Procesión Cívica y la recepción oficial ofrecida a continuación por el presidente Ximo Puig en el entorno del Palau de la Generalitat.

A partir de ese momento, los 815 agentes del dispositivo, todos ellos pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de València, salvo tres grupos de antidisturbios -unos 150 policías más- llegados el lunes desde Madrid como refuerzo, están concentrando sus esfuerzos por mantener a raya a los grupos de ultraderecha para garantizar que la manifestación convocada por la Comissió 9 d´Octubre discurra sin incidentes.

La mayor parte de los 815 policías son antidisturbios de las unidades de intervención (UIP) y de los grupos de prevención y respuesta (UPR), especializados en el control de grandes aglomeraciones. El resto del dispositivo uniformado lo componen agentes de las comisarías locales de València de los grupos operativos de respuesta (GOR), a los que se suman componentes de la Policía Judicial y de Extranjería a los que se les ha impartido un cursillo acelerado de control de masas y que hoy están prestando servicio de uniforme. Además, está en la calle la brigada de Información casi en pleno, reforzada por otros 16 agentes de policía judicial, lo que suma más de 100 agentes de paisano, que tienen por misión controlar los movimientos de los líderes ultra para abortar a tiempo posibles estrategias de agresión.